El pasado 19 de diciembre la Estación Biológica Batiruana cumplió 2 años de ser inaugurada por Conicet y Fundación Miguel Lillo. Este establecimiento es el primero del Noroeste argentino y está destinado a científicos de Conicet que realicen estudios taxonómicos de distintas especies animales y vegetales.
En diálogo con Suena a Campo, Alejandra Molina, doctora en biología y asistente de investigación del área entomología, de la unidad ejecutora Lillo, comentó sobre los sorprendentes avances en materia de investigación taxonómica y los desafíos de trabajar en pandemia.
«Si bien la Estación Biológica se inauguró hace dos años, desde el año 2015 se viene trabajando en actividades dentro de la Villa Batiruana», señaló Molina. Este lugar se encuentra en La Cocha, en un paraje montañoso perteneciente a la provincia biogeográfica de Las Yungas, a 127 km de la ciudad de San Miguel de Tucumán, y a 16 km de la ciudad de Juan Bautista Alberdi accediendo por la ruta 308. «Es un lugar con mucha vegetación, característico de Las Yungas, muy bien preservado«, manifestó.
Cabe destacar que la Estación Biológica Batiruana se inauguró pocas semanas antes del comienzo de la pandemia. Esto significó un gran desafío de adaptación para poder seguir con las investigaciones. «Por cuestiones de seguridad no podíamos viajar hasta el establecimiento, por lo que únicamente la directora de la Estación se encargaba de hacer los relevamientos en el lugar, y de colocar las trampas para las muestras entomológicas». Esto permitió, según Molina, que los demás investigadores siguieran con sus estudios de forma remota. Como principal resultado de esto surgieron publicaciones que detallan la biodiversidad de Tucumán y están destinadas a toda la comunidad.
Además al no circular personas por el lugar, a causa de la pandemia, surgieron otras investigaciones relacionadas a las variaciones que sufrió la biodiversidad en este tiempo.
«Luego pudimos retomar un poco con normalidad los relevamientos, y vemos sobre la marcha como seguir», indicó Molina.
Por otro lado, la doctora adelantó que está a punto de terminarse un detallado estudio sobre la flora y fauna de la provincia y que será publicado para toda la sociedad en forma gratuita. Asimismo ya se encuentra disponible en la web, «Universo tucumano», un informe redactado por investigadores tucumanos y de fácil lectura para todos los interesados en saber más sobre las especies existentes en nuestra provincia. «Lo importante de esto, es que no sólo la información que aporta es científicamente correcta, sino también es accesible para toda la comunidad, en especial para maestros, profesores y alumnos de distintos niveles educativos. Pueden acceder desde internet y descargar gratuitamente los pdf para utilizarlos en ferias de ciencia o trabajos de investigación», mencionó.
Consultada por la situación agropecuaria y la biodiversidad de la provincia, la doctora dijo que: «nosotros somos entomólogos y vemos la declinación de las especies de insectos que está asociada a la pérdida de vegetación. Y ahí es donde percibimos la degradación de la biodiversidad. En nuestra provincia la zona más afectada es la pedemontana a raíz de la agricultura y la urbanización. Esto a su vez, hizo que se modifique todo el paisaje, por ejemplo en el bosque chaqueño, que es la zona de llanura de la provincia, quedó reducido a pocas especies de árboles espinosos, quebrachos, mistoles y algarrobos. Todo producto del avance de la frontera agropecuaria. Lo importante es que la comunidad de Batiruana está interesada en el conocimiento de la flora y fauna silvestre, cómo así también en su cuidado. Entonces apuntamos al conocimiento y capacitación en estos temas para el cuidado de la biodiversidad«, finalizó.