Elaborar productos con la filosofía de una producción limpia ya es una tendencia mundial. En este sentido, Tucumán no se queda atrás ya que investigadores de la provincia lograron recuperar ingredientes bioactivos de origen vegetal para implementarlos en cosmética.
El aspecto más interesante de esta investigación es que los ingredientes provienen de residuos industriales como el orujo de la vitivinicultura, o subproductos de la industria citrícola.
Mario Eduardo Arena es profesor de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de Universidad Nacional de Tucumán, investigador principal de CONICET, y vicedirector a cargo de INBIOFAL (Instituto de biotecnología farmacéutica y alimentaria). Él explicó para Suena a Campo que «hace ya un tiempo que se viene trabajando en darle valor agregado a los residuos de la industria». A tal punto que uno de los pilares y meta de trabajo es la conciencia y protección ambiental.
En cuanto a la idea de utilizar residuos industriales, Arena indicó que por poseer una gran carga orgánica, podrían ser de gran utilidad. «Estos residuos tienen numerosas propiedades beneficiosas y por eso vale la pena estudiarlos«, aseguró.
Para esto caso de cosmética natural, Arena señaló que se está trabajando con el orujo de la uva, residuo de la industria del vino. «Son ingredientes conocidos por tener capacidad antioxidante y antienvejecimiento. Estos compuestos son los que pretendemos adicionar en formulaciones que sean a base de productos naturales», dijo.
Además, explicó que dependiendo del cultivo que provenga poseen diferentes propiedades. Y citó el caso del alperujo que proviene del cultivo de olivos, que «también tiene muy buenas propiedades que se pueden utilizar en cosmética«.
Si bien aún falta más investigación sobre algunos residuos agroindustriales, Arena comentó que en los casos que ellos estudian, ya cuentan con evidencia científica sobre las propiedades beneficiosas para la salud. «Ahora, en base a la información que tenemos de estos residuos puntuales, queremos llevar los estudios a los Valles Calchaquíes para transferirlos a la sociedad«, expresó.
Otro aspecto importante de estos productos cosméticos naturales, es que no necesitan testeos en animales, tampoco contienen conservantes o agregados que contengan algún efecto tóxico, irritante o acumulativo como es el caso de los cosméticos convencionales.
«Nuestros productos apuntan a cremas o geles con actividad biológica. Y dentro de los residuos estudiados, algunos cuentan con propiedades flebotónicas«, explicó.
Cabe destacar que los investigadores no trabajan solos. Por el contrario, el proyecto es interdisciplinario. «Forman parte del equipo varios investigadores de INBIOFAL. Por otro lado, contamos con financiamiento que nos permite llevar a cabo nuestro estudio. Y también contamos con el apoyo institucional de CONICET y de la Universidad Nacional de Tucumán que forman los recursos humanos«, destacó.
Oportunidad para los trabajadores de la vid en los Valles Calchaquíes
En relación al agregado de valor que supone la elaboración de estos productos, Arena comentó que representa una oportunidad importante para los trabajadores de la zona. «La época de la vendimia es donde mucha gente trabaja pero luego queda un espacio de tiempo que no es productivo. Nuestra idea es trabajar con los residuos que van quedando y esto generaría dos hechos muy importantes: por un lado generar mano de obra. Por otro lado, estos residuos consumen gran cantidad de oxígeno, si se arrojan a los cursos de agua, por la alta carga de antioxidantes, entonces al utilizarlos reduce el impacto ecológico», aseguró.
Consultado por la etapa en la que se encuentra el proyecto, el doctor dijo que ahora se está construyendo el laboratorio de geles y cremas para producir con las normativas de cosmética adecuada. Luego de terminada la obra, se tiene que comenzar a desarrollar distintas formulaciones hasta encontrar la más adecuada.
Comenzó la construcción de la primera planta de medicamentos comprimidos del NOA bajo la normativa ANMAT
Arena brindó para Suena a Campo la primicia de la construcción de la primera planta de medicamentos comprimidos del NOA bajo la normativa ANMAT. «Esto va a permitir la producción de medicamentos sociales básicos para todo el norte argentino», relató.
«Nosotros recibimos los medicamentos, como ibuprofeno o paracetamol, de la Nación porque no contamos con planta para producirlos», manifestó.
En este ambicioso proyecto participa la facultad de bioquímica, química y farmacia de la Universidad Nacional de Tucumán; INBIOFAL; CONICET. A su vez estaría ubicada en las instalaciones de la UNT.