En diálogo con Suena a Campo, el Dr. Eduardo Romero, coordinador del subprograma agronomía de la Caña de azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) dió detalles sobre una encuesta que realizó la entidad, para determinar el estado de los lotes cultivados con caña de azúcar en Tucumán, luego de la fuerte sequía y altas temperaturas producidas a principios de este año.
«Desde el mes de diciembre venimos realizando un seguimiento y en esta oportunidad queríamos saber cuál era la percepción y sensación de los productores respecto a la situación de sus lotes. Para ello, a finales de enero y principios de febrero hicimos una encuesta. Para la misma se relevó 95.000 hectáreas de 57 empresas entre pequeños, medianos, grandes y muy grandes productores», señaló el doctor.
Los resultados que arrojó esta encuesta fueron: En primer lugar que el 50% de los productores asumen pérdidas mayores al año pasado. En tanto, de la otra mitad están los que creen que se cosechará más caña de azúcar que el año pasado; y otros que apuestan por una cantidad similar que la campaña anterior.
Romero destacó la necesidad de los productores de poder estimar en términos numéricos las pérdidas. Pero, «brindar algún valor hoy, sería muy imprudente. Queda mucho por definirse todavía. Las pérdidas son muy complejas y dependen del área cosechable. Esto último, a su vez depende de cuánto se amplió la superficie, de los lotes que se perdieron. Y por otro lado, también depende del rendimiento puntual de cada lote. Esto implica una diversidad de escenarios«, manifestó Romero.
Otro aspecto importante que arrojó la encuesta fue el interés de los productores en avanzar y cumplir con la fertilización a pesar de la numerosas trabas que se presentaron en esta campaña: Casi el 80% mostró interés en la fertilización, y casi el 70% hicieron esfuerzos en diferentes medidas para el control de malezas. A su vez, de la superficie total cultivada se intentó renovar un 20% el cañaveral. Aunque de este porcentaje, ya se perdió «alrededor de unas 400 a 500 hectáreas«, señaló el doctor.
Cabe destacar que las últimas lluvias «entusiasman» según remarcó el entrevistado, con lo cual se podría hablar de una «recuperación del cañaveral«. Esto implica que el cultivo retoma el crecimiento y vuelve a formar follaje, es decir, reinicia su actividad. Sin embargo, esto no significa que tendrá la producción que hubiese tenido en un año normal. «Este concepto hay que tenerlo claro. Aunque a veces puede engañarnos el ojo. Es muy difícil que en esta época se vean niveles de crecimiento y producción de cañaverales como si hubiese sido un año normal. Esto es así, ya que se perdió un mes y medio de crecimiento. Sabemos que vamos a tener pérdidas pero aún no sabemos de cuánto», explicó Romero y añadió: «ese dato lo tendremos luego de analizar las imágenes satelitales y se tenga una certeza de la superficie real cosechable y de los niveles de producción de los cañaverales».
Romero además comentó que esta encuesta ya se realizó el año pasado, siempre con el objetivo de sumar al aspecto técnico la percepción de los cañeros en cuanto a la producción de los cultivos. «Lo cual nos ayuda a visualizar la situación y las expectativas de los cañeros«, dijo. En cuanto a la modalidad de la encuesta, fue virtual lo que permitió un buen nivel de respuesta. «Nos permitió conocer la mirada del 35% del total del área cañera«, añadió.
«Para nosotros es muy importante conocer la visión de los productores para poder acompañarlos. Cómo así también, saber su opinión que nos permitirá tomar mejores decisiones y poder orientar en las mejores recomendaciones».
Consejos para los cañeros
«La expectativa es que siga lloviendo, que tengamos buenas temperaturas en el mes de marzo y abril. Esto ayudaría a establecer una mayor cantidad de lotes cosechables. En cuanto al manejo, no hay mucho más por hacer, porque ya pasó la fertilización y el manejo de malezas. A su vez, la respuesta de los lotes hoy depende más de las condiciones ambientales. Si es importante monitorear las plagas y problemas puntuales«.
Luego, hacia fines de marzo, para la etapa de maduración se verán las consecuencias de la sequía y las altas temperaturas producidas a principio de año.