Como es sabido Argentina basa su economía en los productos agropecuarios. Es por ello que se requiere especial atención en el desarrollo de políticas destinadas al crecimiento de la producción. Pero a su vez que sean sostenibles y compatibles con el medioambiente.
En diálogo con Suena a Campo la ing. Zootecnista y consultora ganadera del banco interamericano para el desarrollo, María Gabriela Gómez Campero se refirió a este tema como un nuevo paradigma -entre aumentar la producción de alimentos sin dañar el medio ambiente-, y comentó sobre las acciones que se están llevando a cabo desde el ministerio de ambiente de la Nación en materia de producción agropecuaria y desarrollo sostenible.
El país cuenta con una superficie aproximada de 53 millones de hectáreas cubiertas con bosques nativos, es decir, casi el 20% de la superficie total del territorio nacional. «Es por eso que se pone mucho énfasis en los efectos negativos causados por la deforestación. Según los informes de la dirección de bosques nacionales, la tasa de deforestación comenzó en un 0,80% y que fue bajando hasta hoy, gracias a la implementación de políticas ambientales«, explicó Gómez Campero.
Cabe destacar que dentro de las regiones de Argentina, la más afectada por los desmontes es la región del parque chaqueño, «sobre todo en provincias como Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa«, indicó la ingeniera Gómez Campero.
La práctica de deforestar genera grandes consecuencias tanto ambientales como económicas y sociales. «Lo primero que sucede es la pérdida de biodiversidad, tanto flora y fauna silvestre, del lugar. Además esas tierras se vuelven improductivas con el tiempo generando factores de desertificación y salinización de los suelos. En el aspecto social también afecta a las comunidades del lugar«, dijo.
Por otro lado, existe una creciente demanda mundial de alimentos producto del aumento poblacional. Entonces, se presenta esta ambigüedad, de vernos obligados a producir más para cubrir la demanda, pero cuidando el territorio. En este sentido, «lo primordial es analizar el modelo agroproductivo argentino que se viene implementando desde toda la historia. Y los resultados están a la vista. Tenemos que seguir produciendo, pero que no sea a costa de la destrucción total de los recursos naturales. Tenemos que pensar en una producción con criterios de sustentabilidad».
Asimismo, Argentina es uno de los países que renovó su compromiso en el tratado de París y que se encuentra dentro de los objetivos de desarrollo sostenible para el 2030.»Dentro de las acciones a implementar, se encuentran los lineamientos estratégicos para mitigar los efectos del cambio climático. Dentro de este marco el banco interamericano para el desarrollo se encuentra trabajando con el ministerio de ambiente de la Nación«.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de Argentina para frenar la deforestación, las acciones siguen siendo insuficientes para abordar el problema. En este sentido, Gómez Campero dijo que: «se está buscando apoyo por parte del sector agropecuario. Y que no solo sean políticas ambientales sino también agrarias. Además, son muy importantes las acciones interinstitucionales».
Y agregó: «hoy ya se está hablando de modelos de mercado cómo China o la Unión Europea que definen modelos de comercialización con materias primas libres de deforestación. Lo que para Argentina marca un verdadero desafío«.
Consultada por la actividad ganadera, Gómez Campero señaló que actualmente en el país se está trabajando en una readaptación de los modelos de producción ganadera con orientación a los sistemas silvopastoriles.