Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reflejó el impacto de las últimas precipitaciones que representaron un alivio para la parte final de la siembra de soja y maíz, aunque se advirtió que muchas zonas del país continúan enfrentando un contexto de profunda sequía, especialmente en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. A todo esto, hay que recordar que según los pronósticos del INTA Castelar, las lluvias continuarán en la presente semana.
Los especialistas de la Bolsa de Rosario precisaron que las lluvias que se registraron desde el jueves pasado y hasta el fin de semana, se convirtieron en las más importantes para la zona núcleo desde marzo del año pasado y superaron los volúmenes de agua que se proyectaban en la previas. Pese a ello, solamente el 15% de la región pampeana recibió lluvias por más de 45 milímetros, en un área que abarca el 15% de Buenos Aires, 10% de La Pampa, 5% de Santa Fe y 3% de Córdoba.
Con la aclaración de los especialistas de que la sequía no llegó a su final y que se está atravesando el período seco más importante de los últimos 60 años, el informe señaló que las precipitaciones superaron los pronósticos estimados y presentaron una extrema variabilidad, con zonas que recibieron más de 100 milímetros y otras en las que no se registraron lluvias. El relevamiento permitió precisar que las lluvias y tormentas más intensas se desarrollaron sobre La Pampa, noroeste de Buenos Aires y también en Salta, donde en la ciudad capital cayeron unos 127 milímetros.
En lo que respecta al territorio bonaerense, el acumulado más importante se registró en General Pinto con 118 milímetros. Por otro lado, en el 40% de la provincia las lluvias fueron de entre 30 y 45 milímetros, y el 35% restante quedó por debajo de los 30 milímetros. Por el lado de La Pampa, el 15% del territorio recibió lluvias por encima de los 45 milímetros, y el resto acumuló entre 30 y 45 milímetros.
Zonas complicadas
Mientras tanto, son numerosas las zonas que no lograron superar la situación de falta de agua, como es el caso de Entre Ríos que enfrenta un severo proceso de ausencia de lluvias. En ese sentido, el informe sostuvo que solamente en el sur, un 20% de la provincia, recibió lluvias de 15 a 30 milímetros (La Paz puntualmente 39 milímetros y Gualeguaychú 32 milímetros). En el resto, los valores fueron inferiores a los 15 milímetros (Villaguay 14 milímetros, Federal 10 milímetros, y más al norte, en Concordia 15 milímetros).
Además, Córdoba sigue complicada con registros de lluvias muy puntuales que superaron los 45 milímetros, en el 3% del área, y con distritos como Noetinger con 52 milímetros, y Colonia Almada con 60 milímetros. A todo esto, en el centro este, centro y extremo sur, que es un 25% del área cordobesa, el alivio fue de 30 a 45 milímetros; mientras que un 10% del área productiva de la provincia continúa “en un estado muy delicado”, ya que recibió lluvias inferiores a los 15 milímetros, y 62% restante con lluvias de entre 15 a 30 milímetros.
En el caso de Santa Fe, la zona más necesitada de precipitaciones, solamente se superaron los 45 milímetros en dos sectores, según el relevamiento de la BCR. El primero de ellos, fue hacia el este y sur de Rosario, con 60 milímetros, y el segundo en el centro provincial, especialmente en los distritos de El Trébol, con 47 milímetros y Reconquista, con 48 milímetros. “De esta manera, solo el 5% del territorio podría sostener el crecimiento de los cultivos sin nuevas lluvias hasta la primera quincena de febrero. Es importante destacar que más de la mitad de Santa Fe recibió un alivio momentáneo con registros de 30 a 45 milímetros. Pero el resto, un 42% de la provincia, recibió lluvias inferiores a los 15 milímetros”, resaltó el trabajo.
Perspectivas
Otra parte del informe, señaló que para revertir el estado de sequía y pasar a reservas óptimas en el suelo, “se necesitarían valores de precipitación de 160 a 180 milímetros”. Y en ese sentido, los especialistas realizaron las siguientes consideraciones sobre si las últimas precipitaciones permiten asegurar un piso de rendimiento, en el contexto actual que atraviesa la campaña de soja y maíz.
– Para aquellas zonas que recibieron lluvias superiores a los 45 milímetros, “no se depende de nuevas tormentas hasta el 10 a 15 de febrero para sostener el crecimiento y hay buenas chances de asegurar un piso mínimo de rindes. De todas maneras, los resultados de las siembras estarían sumamente limitadas por este atraso que sería inédito. En el caso de que las heladas tempranas se retrasen y las lluvias acompañen, las sojas sembradas podrían alcanzar de 10 a 15 quintales por hectárea y los maíces entre 30 a 50 quintales por hectárea”.
– Para las zonas con lluvias de este 30 y 45 milímetros, las mismas generaron “un alivio momentáneo”, según la opinión de los técnicos, donde el cultivo puede retomar el crecimiento y crecer sin estrés durante una semana. “Hay que recordar que en esta época los suelos pierden cerca de 7 milímetros por día por evapotranspiración. Por eso, se depende de nuevas lluvias en el corto plazo. El agua caída detiene el deterioro en soja y maíz y levanta levemente las expectativas productivas”, agregaron.
– En los lugares con menos de 30 milímetros, las proyecciones marcan que no se espera “una reacción del cultivo, más aún en suelos regulares, y sigue habiendo una gran dependencia al comportamiento que tengan las lluvias de acá en más”. Y en las zonas donde cayeron menos de 15 milímetros, si no hay lluvias importantes en el corto plazo se profundizará el deterioro de los cultivos por las altas temperaturas. “Estas áreas, sobre todo si están en la franja este de la región pampeana (mucho más deficitaria que el oeste), siguen en riesgo de pérdidas masivas y hasta totales de producción en soja y maíz”, concluyó el informe. (infobae)