La vid es una planta con una vida productiva muy extensa y que puede durar desde 25 hasta 100 años. Con esa longevidad, cuando se presentan situaciones de infecciones crónicas -como un virus- se genera una pérdida constante de producción.
Desde el INTA explicaron que, con los avances en biotecnología, es posible identificar con precisión qué virus podrían estar presentes en la planta y sanearla.
Con este objetivo como norte, investigadores de las experimentales de Salta y Mendoza aplican la técnica de micropropagación clonal, para sanear plantas y mantener la calidad genética.
VIVEROS DE VID
Con este fin, buscan establecer viveros locales, que produzcan plantas sanas y acondicionadas a las características ambientales de la región.
En la actualidad, existen unas 90 especies virales que infectan al cultivo y posicionan a la planta como el huésped de la mayor cantidad de virus en forma natural.
Este dato no es malo para la planta, pero sí para la industria, que pierde rindes al momento de industrializar el cultivo. Con este fin, los investigadores estudian los virus que están presentes en la vid, para caracterizarlos y determinar cuáles son los que afectan a la productividad.
LINEAS DE INVESTIGACIÓN
La línea de investigación se basa en trabajar en torno a los diez virus más recurrentes y que el productor pueda disponer de plantas libres de esos virus.
Josefina Rivadeneira, investigadora del Conicet, detalló la metodología de trabajo empleada. “Se usó una técnica de micropropagación clonal, que nos sirvió para sacar muchas plantas sanas en poco tiempo y mantener la calidad genética”, explicó.
El estudio surgió a partir del equipo de investigación de Fitovirosis del INTA Salta, quienes constataron el alto nivel de incidencia en viñedos del valle Calchaquí. De allí surgió la idea de obtener y multiplicar material sano.
En esa región, se hizo un relevamiento de las virosis que afectaban a las plantas de vid y se detectaron algunas plantas que estaban libres de los virus más importantes. A partir de ese momento, se decidió multiplicarlas para ofrecerlas a los productores.
En una segunda etapa, que será en el transcurso de 2023, el INTA saneará plantas de variedades demandadas por los productores, provenientes de lotes Premium que aunque presenten enfermedades tengan buenos rindes.
Uno de los aspectos destacados por los investigadores es que durante el proceso se establecer viveros locales, que permiten producir plantas sanas y acondicionadas a las características ambientales de la región.
(Fuente: Infocampo)