En el primer semestre del año, los efectos de la seca se hicieron sentir en la actividad ganadera. Este escenario se reflejó tanto en la salida anticipada de hacienda en los campos, como en el incremento de la faena.
Según datos oficiales, la industria procesó 7,3 millones de cabezas, un 13% más con respecto a 2022 y una de las cifras más elevadas desde 2009, cuando se sacrificaron 7,7 millones de bovinos.
EL FEEDLOT, UN JUGADOR CLAVE
A esta mejora en los pesos promedio de faena, se debe añadir el papel que jugaron los establecimientos de engorde en los primeros meses del año.
“De no haber sido por la receptividad que mostraron los corrales durante los meses más críticos de salida de hacienda, las pérdidas en producción de carne hubiesen sido mayores”, argumentaron.
Los números respaldan esta postura. Entre enero y junio, los feedlots encerraron 2,87 millones de animales, un 13% más en la comparativa interanual y la cifra más alta desde 2009, cuando se recibieron 3,1 millones de vacunos.
En el transcurso de 2023, los feedlots volcaron al mercado 2,45 millones de cabezas, cifra que representa el 34% de la faena. “Para el segundo semestre, la misma estacionalidad de salida que presentan los corrales lleva a proyectar una mayor oferta de hacienda terminada“, pronosticaron
De este modo, sistemas de producción más estabilizados en lo que refiere a ganancias de peso a campo, sumado a una buena articulación y manejo de los corrales, está permitiendo transitar el segundo semestre del año de manera más eficiente.
(Fuente: Infocampo)