En las últimas campañas en la zona productiva del norte se escuchó con más fuerza la palabra “Spiroplasma”. Es una enfermedad del maíz producida por Spiroplasma kunkelii (un organismo tipo bacterias sin pared celular). Usualmente está asociada a virosis como MRFV y HPV. Estas poseen un mismo agente vector, Dalbulus maidis, comúnmente llamada “Chicharrita del maíz”. Tanto el patógeno como su vector son endémicos de América, presentes desde el sur de USA hasta la zona central de la Argentina. Usualmente presenta niveles de incidencia bajos, pero en las últimas campañas mostró un notable aumento, tal vez favorecido por el incremento del área de maíz en el norte y un mayor uso de híbridos templados. Por esta razón, en Las Lajitas (Salta) preparan una Jornada de Capacitación sobre Spiroplasma, organizada por la Mesa Agrícola de CREA en la región NOA y que se desarrollará el 23 de agosto.
En diálogo con SUENA A CAMPO, Hernán Ingrassia, Asesor de CREA Bermejo, comentó los aspectos esenciales del spiroplasma y su impacto en el maíz. «Es una enfermedad que especialmente tiene su impacto en el cultivo de maíz, que en nuestra zona es muy importante, por lo cual un ataque severo puede traer grandes problemas. El spiroplasma es una especie de bacteria transmitida por una pequeña chicharra que pica -en primera instancia- una planta que está infectada y la va llevando de planta a planta, eso sí, necesita tener presencia de maíz para poder contagiar desde una planta a otra», explicó Ingrassia.
El patógeno obstruye los vasos del floema, afectando el movimiento de fotoasimilados desde las hojas hacia los puntos de activo crecimiento, raíces y granos en formación, generando trastornos fisiológicos y nutritivos. Estos se traducen en síntomas como las típicas estrías cloróticas en la vaina de las hojas, coloración rojiza de las hojas, acortamiento de entrenudos superiores, múltiples espigas, daño en el sistema radicular y una interrupción del llenado de granos. «Es difícil detectarla a tiempo, cuando observas los síntomas ya es demasiado tarde. Lo que se observa son estadios después de la floración, se ven plantas más chicas y espigas con pocos granos y a veces granos sueltos. Ahí ya es tarde, lo que uno tiene que prestar atención es a la presencia del vector y ahí tomar algunas medidas, pero no es fácil hacerlo, hay mucho más por hacer en la prevención que en el tratamiento», esgrimió.
La manifestación de los síntomas y su intensidad depende del híbrido y las condiciones ambientales. Los síntomas son comunes a otras patologías lo cual dificulta el diagnóstico. Por esto, su diagnóstico se comprueba mediante análisis de laboratorio como test ELISA o PCR. El manejo de la enfermedad debe tener un abordaje integral basado en explotar las debilidades del patógeno y del vector.
Disminuir el nivel de inóculo y el vector: a) Periodo libre de maíz mayor a 90 días; b) Eliminación, a nivel zonal, de plantas de maíz voluntarias; c) Monitoreo del vector; d) Utilizar semillas tratadas con neonicotinoides; e) Evitar siembras escalonadas y f) Control del vector.
Resistencia genética: es fundamental, pero debe ser considerada dentro del manejo integrado. La resistencia tiene dos aspectos: a) Preferencia del vector, lo cual es más efímero ya que el insecto se adapta y b) Resistencia intrínseca del hibrido, siendo ésta más estable pero más difícil de conseguir.
Como se describía en los primeros párrafos de este artículo, la enfermedad ganó protagonismo en los últimos años y hoy por hoy los productores deben hacerle frente a esta problemática. «Hoy tenemos focos activos de la enfermedad en todo el NOA y NEA con diferente impactos. El spiroplasma es una enfermedad endémica y se puede tratar de evitarla escapando con la fecha de siembra, esquivando las siembras tempranas y tardía, usando materiales hibridos de maíz con cierta tolerancia. Aplicar insecticidas es otra opción, pero eso vamos a tratar en en el encuentro por que es algo polémico. Esas son las alternativas, pero hay mucho todavía por aprender», relató Ingrassia.
La Capacitación sobre spiroplasma se realizará el 23 en Las Lajitas. «Será un evento interesante, hay mucho por aprender todavía, hay especialistas que conocen y están trabajando con este tema, queremos compartir lo que sabemos y seguir aprendiendo. Se pueden inscribir a través de las redes, la información es muy técnica, pero hay muchos estudiantes y productores que están con ganas de participar. Se ha despertado mucho interés por el evento, porque es una enfermedad que afecta a un cultivo importante y de manera grave».
El programa del encuentro incluye: «Achaparramiento del maíz: características y síntomas distintivos», con la doctora Ana Karina Torrico (Inta IPAVE), «Virus asociados a la sintomatología: patosistemas, vectores», con el ingeniero agrónomo Gimenez Peoci; «Biología de Dalbulus maidis» con ingeniero agrónomo Augusto Casmuz de (EEAOC) y «Tolerancia de germoplasma. Intercambio con semilleros», todo se desarrollará el 23 en el Hangar de Aerosoluciones (Ruta Provincial n°5 – km 95), Las Lajitas, Salta.
Los interesados en inscribirse pueden hacerlo haciendo click aquí: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScOFyf2J12LBBGHshhg8rtqhNZmda-VAcCVwWx4LnlE7qssQw/viewform
(Fuente: Suena a Campo)