Soja y maíz: la lluvia terminará por definir el área de siembra

Por primera vez en nueve años la superficie destinada a la oleaginosa aumentaría un millón de hectáreas.

Un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sostiene que la superficie de soja pasaría de 16 a 17 millones de hectáreas durante el actual ciclo agrícola. El maíz en tanto, se mantendría en torno a las 8,5 millones de hectáreas.
El productor esta dispuesto a avanzar sobre la siembra de maíz, pero los costos, la falta de certidumbre con los fertilizantes y las lluvias que aún no llegaron en varias zonas productivas ponen en duda el planteo agronómico.
En el caso del maíz, donde hubo lluvias los primeros metros de suelo tienen humedad y se podría sembrar pero faltaría que mas adelante se recarguen los perfiles para cerrar la campaña en buenas condiciones. El desafío esta puesto en el manejo, en elegir el hibrido que se adapte al lote que se esta trabajando, en manejar bien la densidad, la nutrición y en diversificar riesgos con la fecha de siembra”.
Lo que alienta a los productores a no salir de las rotaciones es la presencia de un Niño moderado después de tres ciclos marcados por la sequía. Leonardo Galli, Gerente de Ventas Región Norte en KWS Argentina, explicó que “para esta nueva campaña hubo un pulso muy fuerte de toma de decisiones de muchos productores, luego entramos en un bache y ahora esta repuntando la actividad porque estamos muy cerca de la fecha de siembra. Vemos mucha diferencia en las consultas según la zona. En Entre Ríos están bien de humedad entonces no hay dudas en la decisión de siembra. En Santa Fe, hay sectores tamberos que necesitan llenar avanzar para llegar con alimento para sus rodeos, lo mismo en la cuenca de Córdoba, que saben que tienen que sembrar para silo. Y luego tenemos productores agrícolas que en algunas zonas pudieron sembrar trigo entonces tienen su rotación armada, pero hay otras zonas donde no se pudo sembrar y están terminando de definir cuánto va a ir a soja y cuánto a maíz”.De todas estas variables depende cuál será finalmente la superficie de este cultivo, que podría ubicarse en torno a las 8,5 millones de hectáreas para lograr 56 millones de toneladas, muy por encima de los 34 millones de toneladas de la campaña pasada.

Lo que le juega en contra al maíz son los costos de producción y el contexto actual podría invitar a los productores a volcarse a sembrar soja en detrimento del cereal. Alejandro Sartori, Líder de Marketing e I+D en Amauta Agro, explicó que “muchos productores consultan sobre el mercado de fertilizantes, porque a nivel país las condiciones arancelarias y las importaciones afectan al mercado. Estamos en una etapa donde se juega mucho el número por el maíz temprano y con esta condición hídrica, si no llueve en los próximos 20 días no sabemos cuánto maíz temprano se va a sembrar, quizá se vuelquen al tardío”.

Según Sartori, “la soja tiene la ventaja de que se siembra mas tarde y cuando se analizan las proyecciones climáticas para octubre y noviembre la probabilidad de fenómeno Niño esta en el 90% entonces se entiende que van a tener mas lluvias y eso va a favorecer los rendimientos». Entonces dependerá de las precipitaciones en cada zona si se siembra maíz o soja. Diego Regnicoli, Gerente de Desarrollo de Autógamas Centro Norte en Grupo Don Mariodetalló a este medio que “si bien hay un año Niño por delante, esperamos que se anticipen las lluvias porque el productor viene de una campaña muy complicada para los tres cultivos en toda la Argentina, por eso esperamos que la soja y el maíz puedan expresar todo su potencial. Nosotros recomendamos trabajar los campos a nivel lote, elegir la variedad para cada uno. Debemos observar cómo estamos de agua útil y evaluar si podemos ir hacia una fecha de siembra temprana o si tenemos que demorar, esperando alguna recarga hídrica para buscar estabilidad en los rendimientos”.

Con esa misma expectativa, desde la Bolsa de Comercio de Rosario estiman que “para muchos productores, la soja es el cultivo al que se recurre en última instancia cuando no se puede sembrar todo el maíz que se quisiera». Además, la falta de recursos financieros hace imposible afrontar la campaña, por lo tanto la soja aparece como una opción apetecible: después de nueve campañas en caída la oleaginosa podría registrar un incremento de área y llegar a las 17 millones de hectáreas.

(Fuente: Ámbito Financiero)

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