La gripe aviar ha emergido como un desafío importante en la salud animal en Argentina, con recientes informes que indican su impacto en poblaciones de lobos marinos. Esta preocupación no solo afecta a la fauna silvestre, sino que también plantea preguntas sobre cómo puede influir en la industria avícola y la seguridad alimentaria. En diálogo con SUENA A CAMPO, el médico veterinario Vicente Rea Pidcova, dio algunos detalles para conocer más sobre la situación de la gripe aviar en Argentina y las medidas que se están tomando desde Senasa para abordarla. «Lo primero que debemos decir es que la gripe aviar es una enfermedad viral y altamente contagiosa, de importancia en el sector avícola por los distintos subtipos que hay de este virus. A nosotros nos preocupa mucho el subtipo H5 y H7, ya que pueden no producir sintomatología o se puede comportar como de alta patogenicidad, donde podría afectar a mayores poblaciones«, explicó el médico.
Esta epidemia de gripe llegó a la Costa Atlántica Sur de la Patagonia, donde decenas de lobos marinos murieron a causa de la infección. Unos cincuenta ejemplares de esta especie de mamíferos marinos aparecieron muertos en el área natural protegida de Punta Bermeja, en la provincia patagónica de Río Negro. Una de las zonas más afectadas pero además hay otras provincias. «Hubo una tasa alta de mortandad, por eso dimos aviso inmediatamente al Senasa para que tomaran muestras de los animales«, destacó.
A sabiendas que el virus está presente y circulando en la fauna silvestre, el doctor destacó que deben continuar con las investigaciones. «La propagación tengamos en cuenta que se da en todos los mamíferos que tienen receptores para los virus de influenza, en algunos casos con mayor afinidad a ciertos virus«, señaló Rea Pidcova que aprovechó el momento para hacer una buena aclaración: «los humanos no tienen esos receptores, por lo que es complicado que se contagien, lo cual no significa que estos saltos de especies que estamos teniendo faciliten una adaptación que aumenten las posibilidades que los humanos puedan contraer la enfermedad«.
Qué hacer ante casos sospechosos
Una de las preocupaciones de los productores y del público en general, tiene que ver con los pasos a seguir una vez que se sospecha la presencia de la enfermedad. «Al tratarse de poblaciones silvestres es difícil gestionar y controlar las medidas de bioseguridad, no se realizan sacrificios ni eutanasia, solo se vigila y se mantiene informada a la sociedad«, relató y agregó: «por el momento estamos atendiendo las sospechas, se toman las muestras y se descarta si es influenza o no, si son cadáveres, se realiza el entierro asesorados por instituciones para evitar la dispersión«, aclaró.
En cuanto a las recomendaciones, el doctor explicó que hay de mayor y menor escala, dependiendo si se trata de aves domesticas o traspatio o comerciales, en este caso aumenten las medidas de bioseguridad. «En primera instancia es importante llegar a toda la sociedad, que ellos sepan cuales son los canales de comunicación, para que el Senasa pueda actuar precozmente para contener la enfermedad«, por otro lado destacó la importancia de la bioseguridad. «Todo el sector productivo y los tenedores de aves deben mantenerlas lejos del contacto con aves silvestres; en cuanto a la limpieza hay que tener cuidado en la materia fecal y también es importante la higienización de la persona después de manipular todos los productos de la producción. La transmisión hacia el humano es baja, pero no significa que no se pueda transmitir, eso si, hay que aclarar que no se transmite por el consumo de carnes y huevos«, finalizó.
(Fuente: Suena a Campo)