Para adentrarnos en el mundo de la producción de caña de azúcar y sus subproductos en la destacada empresa del norte de nuestro país, Ledesma, desde SUENA A CAMPO nos pusimos en contacto con Fernando Del Pino, gerente de Operaciones Azúcar y Alcohol, quien nos compartió una visión en profundidad sobre la elaboración de azúcar, alcohol, papel y otros productos relacionados con la caña. «A esta altura tenemos el 70% del avance de zafra, llevamos molidos 2.350.000 toneladas, por lo que podemos decir que los rendimientos son mejores de lo que esperábamos», remarcó Del Pino.
Según explicó el gerente de operaciones, los rendimientos son un 7% arriba de lo esperado. «No son producciones récord de Ledesma, pero estamos mejor que el año pasado«, explicó y aclaró: «en cuando a rendimientos sacarinos comenzamos con rendimientos bajos, pero a lo largo del avance la zafra y con el clima que tuvimos en junio y julio mejoramos mucho. Hoy estamos en rendimientos parecidos a los años anteriores, con 14% de alcohol en caña aproximadamente«, agregó.
En cuanto a las variedades de caña de azúcar que se cultivan en los campos de Ledesma y las características sobresalientes tienen en términos de rendimiento y calidad del azúcar, Del Pino explicó que no hay demasiadas variaciones de una cosecha a la otra. «En el proceso varietal renovamos un 20% de la superficie anualmente y va teniendo su cambio paulatino, pero no es significativo de un año al otro«, admitió, aunque aclaro que «vamos propagando las variedades que tienen menos enfermedades y que dan mejores rendimientos. Siempre buscamos el rendimiento total, la cantidad de azúcar por hectárea que nos entregan las variedades».

Del Pino, agregó que el norte utilizan las variedades que se realizan en la chacra experimental en Colonia Santa Rosa, dentro de las variedades se destacan la 860, 2929 y 3300. «Utilizamos el %70 de las variedades del norte argentino. Otra que es muy utilizada es la 7742 que es tucumana y sirve en el arranque de zafra, son variedades de la década del 70, pero que rinden muy bien en cuanto a azúcar temprana. En los lugares definidos de cosecha temprana, heladores o de suelos sueltos, utilizamos estas variedades que nos rinden bien«, precisó.
En lo referido a la sanidad del cultivo, Del Pino admitió que el trabajo de prevención que se realiza es clave. «Lo principal es partir del cuidado de los semilleros, hay muchas enfermedades que se trasmiten cuando haces la plantación de la caña. Se hace un tratamiento de semillero base y núcleo (sobre todo en los comerciales) para que estén bien controlados en cuanto a estas enfermedades. El varietal es importante, hay variedades que son más susceptibles a diferentes enfermedades», dijo.
Mientras que en los métodos de control de plagas, enfermedades y malezas, en Ledesma puntualmente utilizan dos: control de malezas con químicos y la rotación de cultivos. «Plantamos soja o poroto, están comprobados los cambios cuando se pasa una variedad de caña o otra de manera directa, que cuando vienen con barbechos o plantación de soja o poroto, por ejemplo. La rotación es clave para el control«, agregó.
Hablando de los subproductos de la caña, uno que ha cobrado importancia actualmente es el azúcar mascabo. Y el especialista evacuó las dudas sobre si la diferencia está en la variedad de caña o no. «El azúcar mascabo proviene de un proceso industrial que tiene que ver con los tamaños de granos y mezclas con mieles. Tiene el gusto, particularidad y humedad, producto de las mieles. Hicimos muchos ensayos para definir como será el producto, que tenía que ver el tamaño que más apreciaba el cliente, cual era la mezcla de mieles y definir la humedad necesaria«, finalizó Del Pino.
(Fuente: Suena a Campo)