Tatú MBGI es el nuevo desarrollo del INTA con la empresa Zanello. Se trata de un rolo autopropulsado para trabajar en sistemas silvopastoriles.
La ganadería en Santiago del Estero suele tener inconvenientes en la producción por la presencia de arbustivas leñosas que no permiten que el animal recorra. De esta manera, el prototipo da una solución al problema del productor.
Tatú busca el equilibro entre las necesidades de la producción ganadera, de reducir arbustos y aumentar la oferta de pasto. A su vez, mantener la mayor cantidad de árboles para conservar el bosque y los servicios que brinda.
El presidente del INTA, Mariano Garmendia, comentó: “Es parte de nuestra carrera institucional, poder trabajar con máquinas como el Tatú, que tiene empresas nacionales con tecnología nacional. Es un orgullo”. Por su parte, el director nacional del INTA, Ariel Pereda, comentó que fue posible gracias a una colaboración y a un convenio entre INTA y Zanello.
“El Tatú y es una herramienta fundamental, una de las tantas para empezar a cambiar un poco cómo producimos en la Argentina y cómo lo aprovechamos para mantener la biodiversidad, ser amigables con el medio ambiente, pero también poder producir”, comentó Pereda.
Tatú MBGI
La máquina tiene un ancho de trabajo de 2,6 metros y un largo total, incluyendo pala frontal, de siete metros. Esto convierte al tractor en el más corto y maniobrable del mercado.
Los datos técnicos señalan que tiene un peso total de 10.500 kilogramos, distribuidos en un 60 % en el tramo frontal y en un 40 % en el trasero. También, puede incrementarse agregando agua al rolo.
Los desarrolladores del prototipo explicaron que Tatú nació partir de una inquietud que movilizó diferentes trabajos de la Estación Experimental de Santiago del Estero. “La importancia de esta herramienta es que puede ser una forma concreta de seguir haciendo ganadería en bosques sin destruirlos o de degradarlos, sin necesidad de ser ultra proteccionistas, en ese espacio intermedio es en donde la innovación tiene un ámbito para desarrollarse, para crecer y para brindar servicio a los productores que lo necesiten”, explicó uno de los investigadores Marcelo Navall.
El INTA explicó que el exceso de las especies de arbustivas leñosas hace que los animales no solamente vean imposibilitada la exploración dentro de los poteros, sino que además reduce las posibilidades de germinación y compite por recursos con las pasturas. “Tratar las arbustivas se vuelve algo obligatorio para cualquier emprendimiento ganadero en la región chaqueña”, detalló el organismo.
Según explicaron los desarrolladores, la regulación puede modificar la degradación del bosque o su pérdida en última instancia. “El Tatú MBGI fue pensado para dar respuesta a esa necesidad ganadera, pero de una manera que permita compatibilizar el manejo forestal, ya que permite esquivar los árboles y hacer el tratamiento, no como otras máquinas grandes o poco maniobrables con las que no se puede hacer un trabajo tan cuidadoso”, describió el INTA.
Sobre el Tatú, Navall comentó: “Vimos la maquinaria que ya existía en el mercado y sus fallas para pensar en el desafío que queríamos atender. Nos inspiramos en maquinaria vial, en los pisones viales que sirven para hacer caminos, reemplazamos el eje trasero de un tractor articulado para poner ahí el rolo, es decir, convertir el eje trasero en un rolo”.
(Fuente: Agrofy News)