La promesa de la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, de eliminar las retenciones a las exportaciones agrícolas en forma inmediata y total si es elegida para ocupar la Casa Rosada fue puesta en duda por sus propios equipos técnicos a medida que se va acercando la contienda electoral. Si bien hace pocas semanas Bullrich fue muy firme al afirmar que quiere “retenciones cero desde el día cero”, la dirigencia agropecuaria comenzó a ver que esa eliminación inmediata se transformó en un plan gradual de varios años de duración.
En este sentido, tuvieron gran repercusión las declaraciones de Guillermo Bernaudo, principal asesor de Bullrich en temas rurales y ex secretario de Agricultura durante el gobierno de Mauricio Macri. En un evento organizado por Acsoja, la entidad que nuclea a la cadena de valor del complejo sojero, Bernaudo señaló que el proceso de eliminación de las retenciones “no va a ser inmediato para la soja y los cereales, pero habrá un cronograma cierto que tendrá un plazo acotado de 4 o 5 años”. Ese cronograma, según explicó el experto, se implementará a través de una ley del Congreso, lo que hace aún más inciertos sus tiempos de puesta en marcha.
Al mismo tiempo, Bernaudo aclaró que un eventual gobierno de Bullrich aspira a eliminar con mayor celeridad “un montón de derechos de exportación residuales en un montón de productos”. Ante los empresarios sojeros, dijo: “Esperamos que durante la primera gestión de Patricia no existan más retenciones en Argentina”.
“Serán dos, tres o cuatro productos los que sigan teniendo retenciones, que eliminará en el primer mandato o en cinco o seis años como máximo”, explicó Bernaudo.
Las expresiones de Bullrich de eliminar las retenciones “el día cero” fueron anteriores al ungimiento de Carlos Melconian como su ministro de Economía por parte de la candidata. Eran tiempos en que todavía sonaba con fuerza el nombre de Luciano Laspina como el de mayores chances de quedar a cargo de la economía si Bullrich llega a la Casa Rosada.
Con la llegada del ex presidente del Banco Nación a la campaña y a la mesa chica de la candidata, las cosas cambiaron. El plan Melconian, diseñado en el ámbito de la Fundación Mediterránea, pasó a ser el único convalidado y en él, las retenciones no desaparecen desde el día cero.
La imposibilidad de cumplir con la derogación total de las retenciones desde el comienzo del gobierno fue transmitida por Melconian a Bullrich y sus dirigentes más cercanos desde que el economista empezó a negociar su llegada al lugar donde finalmente accedió. El candidato a ministro priorizó la situación fiscal y la relevancia que la recaudación por retenciones tendrá para el inicio de la próxima administración. Más allá de las promesas, le hizo saber a la candidata que la medida no era viable.
Si bien Melconian contempla la eliminación de retenciones para las exportaciones de las economías regionales y la eliminación de la brecha cambiaria, uno de los principales anhelos del campo, su programa también deja en claro queno habrá una reducción masiva de los derechos de exportación para la soja, el trigo y el maíz, los que generan los principales ingresos para las arcas públicas. Ese plan gradual coincide con los dichos de Bernaudo.
Las declaraciones de quien está mejor posicionado para ser secretario de Agricultura si Juntos por el Cambio llega al gobierno tuvieron gran impacto en el ámbito agropecuario por la reiterada promesa de la candidata hacia el campo en cuanto a que su plan es tener “retenciones cero desde el día cero”.
En un seminario organizado por Coninagro el mes pasado, Bullrich había detallado: “Esa retención cero va a generar un mecanismo de retención de una parte del dinero que va a ser un crédito a futuro hasta tanto vayamos sustituyendo. Va a ser plata del productor. Primero vamos a hacer un corte muy fuerte (de los derechos de exportación), pero concretamente las eliminamos a las retenciones y pasamos a generar un mecanismo que es un ahorro que va a poder cobrar (el productor) en un determinado tiempo, mientras bajamos los gastos del Estado”. Para más precisiones, aclaró que en el contexto de una economía bimonetaria como la que planea, el productor iba a poder elegir si accedía a ese dinero en pesos o en dólares.
(Fuente: Infobae)