El día después de su sorpresivo y resonante triunfo, el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, anunció que las condiciones diferenciales a las que hoy se liquidan las exportaciones de varios granos, a través del denominado “dólar soja”, se extenderán a todos los bienes de la economía.
Cabe recordar que, en la actualidad, la soja, la cebada, el girasol, el sorgo, el vino, el tabaco y los cueros tienen la posibilidad de liquidar sus exportaciones un 75% en el Mercado Único y Libre de Cambios; es decir, a tipo de cambio oficial; y un 25% de manera libre, lo que significa a través de algunos de los mecanismos financieros como el Contado Con Liquidación que tiene un valor de mercado similar al “blue”.
Es decir, una nueva devaluación oficial del peso, aunque solo para los exportadores, lo que implica que no debería incidir en las importaciones.
DÓLAR SOJA PARA TODOS
“Desde mañana para fortalecer las reservas argentinas, vamos a ampliar el programa de fortalecimiento exportador a todas las actividades”, precisó Massa.
Significa que “todo el complejo exportador argentino, bienes, intermedios, bienes terminados, productos primarios y servicios, va a tener por los próximos 30 días un régimen de liquidación, 70% ingresado por lo que se denomina el mercado único libre de cambios, 30% ingresado por lo que se denomina sistema de dólares financieros o contado con liquidación”, amplió.
EL IMPACTO DE LA SEQUÍA
Por otro lado, al hablar de los problemas económicos que vive el país, Massa no dudó, como lo ha hecho repetidamente en los últimos meses, en mencionar a la sequía como uno de los principales causantes de la crisis que atraviesa el país.
“Argentina tiene dos grandes anclas de su economía que tiene que resolver, una coyuntural y una estructural. La coyuntural es la peor sequía de su historia: el país arrancó el año con una proyección de exportaciones que se vio recortada en U$S 21.000 millones básicamente por la sequía. Y las órdenes de compra y de producción estaban enfocadas en el tamaño de una economía que iba a exportar por U$S 100.000 millones”, afirmó.
En este punto, dijo que precisamente el camino que necesita Argentina para mejorar económicamente es “aumentar su volumen de exportaciones y de producción industrial, y seguir aumentando empleo genuino, empleo formal, empleo registrado”.
Massa confió que el año que viene la economía va a crecer, de la mano de una expansión “sideral” de las exportaciones”, a raíz de que la balanza energética pasará a ser positiva -por la habilitación del gasoducto Néstor Kirchner- y porque “nos recuperamos de la sequía y recuperamos capacidad de exportación”.
“Eso nos va a dar mucha libertad para ir eliminando restricciones que son distorsivas, pero que son parte de las resoluciones que hay que tomar centralmente, porque la economía argentina tiene como dije al principio dos temas estructurales que resolver: uno estructural de este año, la sequía; otro estructural de mediano y largo plazo, que es de alguna manera encontrar mecanismos que garanticen pagarle al Fondo Monetario Internacional sin que ello suponga un programa que provoque inflación en la Argentina”, continuó.
OTRAS REFERENCIAS AL AGRO
En tanto, entre los múltiples temas conversados con la prensa extranjera, Massa también hizo referencia a otros tópicos relacionados con el campo y la agroindustria.
Por ejemplo, ante la consulta de un enviado sobre si Argentina tenía interés en profundizar sus relaciones con países africanos, Massa puntualizó a Marruecos, Egiptos y otras naciones de ese continente donde “se está dando un proceso de extensión de la frontera agrícola, y la tecnología y la industria vinculada al desarrollo productivo de la ampliación de esa frontera agrícola en esos mercados significa una enorme oportunidad”.
Al respecto, amplió: “Está claro que son economías absolutamente complementarias, y obviamente que vamos a consolidar nuestra presencia, porque eso lo que nos va a permitir es vender más trabajo argentino en el mundo, que es lo que definitivamente va a sacar la Argentina adelante. Argentina tiene que dejar de ser el mendigo crónico de deuda, para transformarse en un vendedor de trabajo”.
Por otro lado, también citó un ejemplo del agro para graficar “el delirio de romper con el Mercosur”. Dijo que para la industria automotriz significaría perder 150.000 puestos de trabajo, mientras que también caerían 68.000 empleos en el arroz que se produce en el este y nordeste del país.
(Fuente: Infocampo)