En el recorrido de diciembre de SUENA A CAMPO, llegó el momento de conocer la realidad de la industria de la carne, un sector que estuvo condicionado por las circunstancias económicas, políticas, agroclimáticas y factores internacionales. En esta ocasión, el balance anual lo realizó Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA).
– ¿Cuál es el panorama general de la actividad?
– La situación está muy complicada. En nuestro sector no pudimos dedicarnos solo a producir porque tuvimos que estar abocados a los problemas que iba generando el mismo gobierno, para nosotros es muy complicado, el 2023 ya fue complicado y lamentablemente esperamos que el año que viene sea muy difícil.
– ¿En ese contexto hubo desafíos y logros que experimentó la cadena de la carne?
– Un logro fue haber instalado en la sociedad que cortar la carne en cuatro pedazos para llevar a la caja hubiera generado un valor agregado. Está pasando en Buenos Aires, por ejemplo, que se encontró asado envasado al vacío a $10.000 en un supermercado, mientras que un carnicero lo estaba vendiendo entre $4000 y $4500. Pudimos instalar el tema diciendo la verdad, hay gente que debe hacer ese trabajo y sobre todo los frigoríficos chicos del norte argentino y algunos de Buenos Aires iban a tener que cerrar.
-¿Cuál fue la postura del gobierno en ese momento?
– Antes y después, debió escuchar a los exportadores, que dejaron el mensaje que había que mejorar tanto la producción argentina como la comercialización, mejorar lo que está bien, pero no complicar lo que esta funcionando bien. Por ejemplo, somos conscientes que no está bien hombrear la media red, que se debe utilizar un medio mecánico. Nosotros instalamos ese tema, tuvimos que discutir y luchar desde el año pasado con ese tema.
– El precio de la carne viene sufriendo varios aumentos a lo largo del año y en cara a la asunción del nuevo gobierno, ¿piensa que los precios seguirán subiendo o se mantendrán?
– Los precios se van a mantener, pero todos nos hacemos una pregunta, si es oferta y demanda y la gente come menos, ¿por qué no baja? El problema es que mañana entran 8.000 cabezas en un agroganadero de Cañuelas y se las llevan todas. Si no se las lleva el consumo interno, se las lleva la exportación. Entonces, si «doña Rosa» no puede pagar lo que vale la carne. Es un libre mercado. Este libre mercado va a ir generando unos contratiempos. Lo que sí debemos hacer es empezar a pensar que hay que producir más carne, porque hace 20, 30 años que tenemos 50 millones de cabezas de ganado y antes éramos 20 millones de argentinos y hoy somos 45 millones. Lo que produce el campo no está alcanzando para abastecer tanto el mercado local como la exportación en su conjunto.
– Dada la sequía extrema experimentada este año, ¿Cómo ha afectado a la oferta de carne y cuáles son las medidas para enfrentar los desafíos derivados de este fenómeno climático?
– El año pasado no aumentaba la carne y la inflación seguía, nosotros sosteníamos que la inflación era un poquito mentirosa porque la carne no se movía. Hoy estamos con el problema de que faltan novillos para la exportación, falta vacas para las exportaciones, faltan novillos para los restaurantes y los precios obviamente se están disparando pero por la sequía, esto es oferta y demanda. Realmente la sequía hizo mucho daño y tuvimos que ir acomodándonos y mientras todo subía la carne se mantenía, entonces obviamente que eso hizo transitar una parte buena para la gente y complicada para la cadena de la carne.
– Se anticipa una liberación de restricciones a las exportaciones. ¿Cómo afectará esto al mercado internacional y cuál es la estrategia para fortalecer las exportaciones?
– Si no ayudamos a los productores a empezar a producir más carne, producir más novillos se está complicando porque hay muchos campos que ya quedaron para soja y maíz, será difícil. No nos olvidemos que en la Argentina matamos animales de 300 kilos y en el mundo están matando novillos de 500 kilos; entonces tenemos un desfasaje de 200 kilos por animal, que eso podríamos estar recuperando con producción y poder tener un poco más de kilos de carne para poder venderle a «doña Rosa» y para poder exportar también. Obviamente que después el libre mercado irá viendo cómo funciona, porque también es cierto que la carne podría valer cualquier cosa, porque China se puede llevar todo, todo el azúcar, toda la harina, se puede llevar todos los autos, China se puede llevar todo lo que quieran. Es decir, hay que ver cómo lo manejamos para que los argentinos podamos seguir alimentándonos como corresponde.
– Considerando la posible caída de la oferta de carne vacuna, ¿cómo se está preparando la industria para un aumento en la demanda de carne porcina y qué desafíos se vislumbran en este contexto?
– realmente tanto el pollo como el cerdo se vinieron preparando bien para este tipo de problemas y aparte va subiendo su trabajo debido a que la gente tiene a buscar lo más barato, en este caso el pollo y el cerdo. No nos olvidemos que con la sequía no hay maíz, el pollo y el cerdo en su actualidad prácticamente necesitan maíz para alimentarse, entonces realmente los costos de producción están muy altos, obviamente que veremos qué cantidad de pollo y cerdo tenemos como para poder ir alimentando a los argentinos en estos 6 meses que serán duros.
(Fuente: Suena a Campo)