En el marco del Congreso de Aapresid, el presidente de la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja), Rodolfo Rossi, se refirió a la siembra directa y la sustentabilidad, de las exigencias de Unión Europea (UE) y las prohibiciones del uso del glifosato, en lo nacional y en lo internacional, entre otros temas.
– ¿Cómo está viviendo este Congreso de Aapresid y ahora por primera vez en Buenos Aires?
– Me parece una excelente idea haberlo movido, se ha movido muchas veces Aapresid. Pero del tradicional lugar de Rosario, venir a Buenos Aires, a la Capital Federal, con la colaboración de Expoagro y en un lugar tan privilegiado como es la Sociedad Rural Argentina, acá en Palermo, realmente lo veo como algo tremendamente positivo en todo lo que es la relación campo-ciudad. O sea, más allá de que la mayoría de los que están acá provengan del sector agropecuario, agroindustrial, es muy interesante que esto lo haya inaugurado el Jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que haya dado una mirada desde la ciudad hacia el interior. Empezar a construir lazos, de ida, de vuelta, de unión, de alguna manera, porque esto lo hacemos juntos o no lo hacemos. Entonces, me parece que ese es el primer tema que quiero resaltar. El hecho de haber venido acá, no perdió masividad el evento. Y es un momento muy interesante en la agricultura mundial, donde se discuten muchos temas a la luz de cómo afrontar el cambio climático, verdadero o no, los planteos científicos tecnológicos actuales se enfocan en ese sentido. Las exigencias de los distintos mercados, las posibilidades de la Argentina como oportunidades que se nos pueden abrir, y también, que desde el punto de vista de los gobiernos, tengan una posición seria y negociadora frente a todas estas imposiciones que se nos dan. En la Argentina, creo que en un ambiente, donde la siembra directa, la buena práctica, nos da un producto diferente, que tiene que terminar obviamente luego de un proceso en una sanidad, en una inocuidad. Y que podamos aprovechar muchas oportunidades que se están abriendo.
– Como punto de partida de la siembra directa y la sustentabilidad en general, ¿qué va a pasar con las exigencias de UE para soja y carne? ¿Estamos preparados para asumir este compromiso? ¿Va a haber que pedir alguna postergación como lo hizo Estados Unidos?
– Desde la soja, la cadena de soja, nosotros hemos tenido siempre una opinión al respecto en el sentido de que, por un lado, hay un tema comercial donde los operadores europeos necesitan determinadas certificaciones de trazabilidad, de origen, etc. Y la Argentina, desde hace varios años, ha venido trabajando en esta plataforma llamada Visec, que es una gestión totalmente privada, donde han adherido instituciones, obviamente, y donde la Argentina, de alguna manera, primerió a otros países exportadores. Así que, bueno, hoy será Visec, mañana será ese más otro. Son sistemas que yo llamaría de certificaciones del principal producto que exporta la Argentina y del principal mercado que tiene, que es casi un 30% de las exportaciones de harina de soja.
– Ahora, ¿cómo compatibilizamos eso con la normativa interna que tiene el país? Porque Argentina tiene la ley de bosques…
– Si, Entonces, por un lado, es el tema privado, ¿está bien? Donde se encuentra en un meollo de tener que reunir toda esta información, con la ayuda de los productores, si los productores lo quieren, porque eso, de alguna manera, es voluntario, aunque para la Unión Europea es “mandatorio”, ¿no? Eso por un lado. Y por el otro lado, la posición de la cadena es que los gobiernos deben negociar, deben plantarse frente a estas regulaciones, exigiendo una negociación, exigiendo una mesa de diálogo, y que si bien entendemos que son legislaciones que empiezan hacia esos países y después se transfieren a los países productores, como Estados Unidos y todo el Mercosur, en el caso de la soja, hoy empiezan con la soja, con la carne, con la forestación, y mañana entra el maíz, el sorgo. Entonces, cuando no hay diálogo, la verdad que es un problema. Entonces, lo que hemos hablado tanto con el gobierno anterior como este gobierno, es que, bueno, tenemos que tener una posición internacional. Hemos hablado con Cancillería, con la Secretaría de Agricultura. Y recién ahora vemos que la Argentina se está alineando. Una de las cosas que, de alguna manera, se empujó fue unirse en el Mercosur en ratificar, el pedido de una prórroga. Ahora, claro, uno dice prórroga porque es mañana ya, el primero de enero 2025, es mañana. Estados Unidos se mantuvo muy calladito, vamos a decir la verdad, porque nosotros hace tiempo que estamos atrás de esto, a nivel internacional también. Estados Unidos siempre juega su partido, pero al final salió pidiendo la prórroga. También salió China pidiendo prórroga, o no aceptación por el lado de la madera. ¿Cómo hace China con millones y millones de productores? es un tema. La misma queja que tienen los productores alemanes, no tanto los franceses. Creemos que es bueno que el gobierno argentino, que acaba de firmar en el CAS (Consejo Agropecuario del Sur), que integran los ministros y secretarios de Agricultura, la prórroga. No sé si se dará o no se dará, pero lo más importante me parece es si podemos lograr que se patee la pelota un poco adelante, como para seguir presionando la negociación.
– Por último. ¿Qué va a pasar con el Glifosato? En Misiones se decidió una prórroga por 5 años de la prohibición de su uso. Usted trabajó el tema frente a Unión Europea. ¿Cómo está hoy la situación?
– Acabo de hablar con un diputado de Misiones, que aparte es productor, que estaba súper enojado con este tema, donde la verdad que él sale en defensa de los productores. O sea, acá hay algo raro que hace que una Provincia, que es una punta del país, que está rodeada de producción agropecuaria, la parte, podríamos decir, protegida de Iguazú, se ponga en una actitud de este tipo. Es medio raro de cómo viene la cosa, porque los productores de yerba, los productores de té, forestales, usan este producto, que sabemos que prácticamente es banda verde, y que ya el mundo lo vino discutiendo, ahora una Provincia, prohíbe un producto que en el mundo está reconocido. También hay una controversia. Así que, justo vengo de reunirme con diputados y senadores, acá en Aapresid, donde ese tema salió. Están haciendo todo lo posible para que esta cosa cambie, pero no tienen la capacidad legislativa de poder cambiarla por ahora.
(Fuente: Agro del Sur)