La campaña de maíz está en jaque por diferentes factores, entre ellos se encuentran la chicharrita y la falta de agua. Ante este escenario, el productor busca alternativas y ahí aparece el sorgo y el girasol. “Aunque no ofrecen los mejores márgenes, son cultivos que presentan ventajas frente al maíz tardío”, destacó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Hasta el momento se sembró el 15 % del cereal. “Este año, el temor por ataques de chicharrita y la poca humedad superficial disponible fuerza a que se adelanten las siembras, incluso poniendo en riesgo la germinación del cultivo”, señala el informe. Los datos que llegan desde diferentes puntos de la zona núcleo coinciden en una prórroga de la fecha de siembra hasta mediados de octubre.
Vuelve el sorgo y el girasol
Frente a un escenario de menores lluvias y chicharritas, el girasol y el sorgo emergen como una opción defensiva y viable. “Sobre todo en lotes donde la soja apenas alcanza 25 a 30 qq/ha. En estos suelos marginales o con limitantes, estos cultivos se perfilan como alternativas viables frente al maíz”, señaló la BCR.
El productor elige estos cultivos por la resistencia a la sequía y las altas temperaturas. El sorgo puede retrasar la floración en periodos secos, aprovechando mejor el agua; mientras que, la cosecha temprana del girasol en febrero permite liberar los lotes para aprovechar la recarga otoñal y sembrar cultivos de cobertura o trigo.
Márgenes agropecuarios de girasol y sorgo
La BCR planteó que, al 10 de septiembre de 2024, considerando un modelo típico en el que se destinan estos cultivos a ambientes más desfavorables donde otros no prosperan, es decir, suelos con limitaciones, los márgenes en campo propio son 165 US$/ha para el girasol y 111 US$/ha para el sorgo, para un rendimiento de 22 qq/ha y 65 qq/ha, respectivamente.
Sin embargo, en inversión inicial, los costos del girasol son un 20 % menor que los de la soja y la mitad que los del maíz. “En cuanto al sorgo, la inversión es un 35 % menor que la del maíz temprano, aunque un 10 % superior a la de la soja”, concluyó el informe.