Los administradores de fondos especulativos que negocian contratos agrícolas el CME Group (“Chicago”) están cada vez más optimistas con las perspectivas de los precios del maíz.
El martes pasado –según datos publicados por la Commodity Futures Trading Commission– los fondos agrícolas (hedge funds) redujeron de manera significativa las posiciones “vendidas” (bajistas) en futuros y opciones de maíz del CME Group, mientras que también lo hicieron en soja, aunque con mucha menor intensidad.
Ahora se evidencia sin matices que los administradores de fondos agrícolas están mucho más “vendidos” en soja que en maíz.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
Insólitamente, el balance de oferta y demanda mundial de maíz realizado por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) sobreestima la oferta sudamericana de maíz tanto de la cosecha 2023/24 como de la 2024/25 por venir.
Eso implica que, más allá de las turbulencias que puedan generarse con un eventual recrudecimiento de las relaciones comerciales entre China y EE.UU., la demanda internacional estaría recurriendo a las reservas estadounidenses de maíz con mayor intensidad que la calculada en las distorsionadas planillas del USDA.
Esta semana la agencia meteorológica de Brasil (Inmet) publicó las proyecciones climáticas trimestrales en las cuales se indica probabilidad de lluvias menores a las normales en las regiones productivas del norte del país.
Eso podría afectar la cosecha de maíz temprano brasileño –que comienza a recolectarse a partir del mes de febrero–, la cual viene cayendo en los últimos años: en 2022/23 fue de 27,3 millones de toneladas, según datos oficiales (Conab), mientras que en 2023/24 se ubicó en 22,9 millones y ahora caería nuevamente en 2024/25.
El panorama del maíz temprano en la Argentina está mucho más comprometido a partir de una menor intención de siembra por una plaga letal para el cultivo (la “chicharrita” del maíz) y un panorama climático muy poco favorable.
En muchas de las regiones maiceras del norte y oeste de la zona pampeana escasea la humedad y no aparecen pronósticos meteorológicos alentadores que permitan planificar una recomposición de ese factor crítico para asegurar una buena implantación del maíz temprano.
(Fuente: Bichos de Campo)