Para 1936, año en el que se realizó el primer censo vitivinícola en la Argentina, tres provincias llevaban ya en ese momento la delantera: Mendoza, San Juan y Río Negro.
Para ese entonces ya regía la prohibición a la producción de vinos en Entre Ríos, y la provincia mesopotámica había quedado lamentablemente fuera del mapa de esta economía productiva.
Zonas como San Nicolás, La Plata, Avellaneda, Villarino y Quilmes eran sitios donde existían productores y algunos establecimientos que vinificaban la producción.
Pero el paso del tiempo le hizo perder pisada al vino bonaerense. “Con el correr de los años las plantaciones se fueron erradicando, con lo cual se perdieron variedades de alta calidad como Malbec y Pinot”, graficaron desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Hoy ocupa el puesto número 10 en el ranking de provincias vitivinícolas, pero el perfil de sus viñedos actuales alimenta la ilusión de un crecimiento sostenido: los hay en zonas cercanas al Mar Argentino, pero también en las Sierras de la Ventana.
EL IMPULSO ACTUAL DEL VINO BONAERENSE
En la era del “terroir”, puerta de entrada al enoturismo, yahay zonas de la provincia que tienen su propia indicación geográfica. Se trata de Tandil, Chapadmalal y Balcarce. “A septiembre de 2024 Buenos Aires cuenta con 182,8 ha distribuidas en 64 viñedos. Los partidos General Pueyrredón, Villarino, Coronel Suárez y Berisso son los que ostentan mayor superficie”, explicaron.
Hoy la provincia participa con el 0,09% del total de vid cultivada en el país y con el 0,3% de los viñedos y el tamaño medio de cada uno es pequeño, unas 2,9 hectáreas. Sin embargo las plantaciones nuevas son más extensas.
El dato que más entusiasma tiene que ver con el perfil de las plantaciones y su genética: el 94,1% de la superficie actual fue sido implantada luego del año 2000 con “variedades de alta calidad enológica”, indicaron. “Se observa un crecimiento en los últimos años y surgimiento de nuevas zonas, de la mano de una vitivinicultura más moderna y los proyectos vitivinícolas van en aumento en diversas regiones de la provincia”, sumaron.
A tono con esto, Buenos Aires está creciendo también en cantidad de bodegas inscriptas y en volumen elaborado de vino: en la cosecha 2024 se produjeron 1.937 hectolitros.
Además, en 2024 registró un total de 41 variedades implantadas de las 174 que hay en el país. ¿Cuál es la uva con mayor presencia? La Chardonnay (26,1 ha), superando a Isabella (22,8 ha) que fue hasta el año 2023 la más cultivada. En tercer lugar se encuentra Sauvignon Blanc (21,7 ha) y luego Pinot Noir (17 ha).
“Al analizar la evolución de las hectáreas cultivadas en el período 2015-2024 , se observa que las variedades que más aumentaron superficie son Pinot Noir (+11 ha) y Chardonnay (+10,8 ha)”, cerraron.
(Fuente: Infocampo)