El manejo de malezas en el noroeste argentino es un desafío constante debido a la variedad de cultivos y las condiciones climáticas de la región. Las malezas resistentes y de difícil control, como el sorgo de Alepo, el pasto cubano y diversas gramíneas y latifoliadas, demandan un enfoque integrado que permita mantener el rendimiento de cultivos clave, como la caña y granos.
En diálogo con SUENA A CAMPO, el ing. Sebastián Sabaté, jefe de la sección malezas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), compartió su experiencia en el manejo de malezas en Tucumán y el NOA.
– ¿Cuáles son las malezas más problemáticas que enfrentan actualmente los productores en el NOA, especialmente en cultivos como caña de azúcar y poroto?
– En caña las más clásicas son Grama Bermuda, Tupulo y pasto ruso, a los que hoy se suma pasto cubano como un desafío importante. En poroto depende mucho de las zonas, pero principalmente los atacos, cenizos, y también el pasto cubano y en ciertos casos las borrerias
– En cuanto a malezas resistentes, ¿qué tipos de resistencia han observado en las malezas del NOA y cómo afecta esto al manejo?
– La resistencia más típica es a glifosato, tanto en gramíneas como en hojas anchas. Pero por ejemplo hoy en día empiezan a preocupar algunos casos de resistencia a herbicidas PPO, que son los de mayor uso en la actualidad. La resistencia básicamente nos quita herramientas, y por lo general nos limita la flexibilidad que teníamos antes de controlar todas las malezas con pocos herbicidas. Ahora debemos elegir muy bien cada activo y el momento.
– ¿Por qué es clave el uso de preemergentes en el control de malezas como el maíz guacho y el pasto cubano en la región?
– Principalmente porque la emergencia es muy escalonada, lo que hace que sea difícil hacer tantas aplicaciones. Los residuales permiten que en la medida que hayan naciendo, la malezas se van enfermando al herbicida que está en el suelo. Sobre todo son fundamentales por una cuestión operativa.
– Para la caña de azúcar, que tiene un período crítico prolongado, ¿cuáles son las estrategias de control de malezas más efectivas?
– En los últimos años se generó muchísima información sobre el uso de las distintas herramientas que hay en caña, y eso nos permite hoy ofrecerle al productor diferentes estrategias de acuerdo a las distintos grupos de malezas en cada lote. Agustín Sánchez, que es nuestro referente en el cultivo, junto con Pablo Vargas y Fernanda Barceló vienen difundiendo ampliamente esos conocimientos. Les recomiendo que busquen en YouTube y encotraran muchas disertaciones
– ¿Qué papel juega el rastrojo agrícola en el manejo de malezas en la caña de azúcar y cómo contribuye a la economía del agua y la protección del suelo?
– Es un gran aliado fundamental en el manejo de malezas, porque limita la emergencia de muchas gramíneas y algunas hojas anchas. Y también permite gestionar mucho mejor la humedad del suelo y favorece la actividad y diversidad microbiana.
– ¿Cómo afecta la presencia de especies perennes y de gran tamaño, como el sorgo de Alepo y el pasto cubano, en los métodos de control y la planificación de manejo?
– Lo fundamental es no dejar que las malezas lleguen a grandes tamaños, porque allí ya las herramientas es muy difícil que funcionen, y además la mayoría del daño que podían hacer ya lo hicieron tomando nutrientes, agua y luz. Muchas veces en esas situaciones ya hay que recurrir a un control mecánico o localizado planta por planta. Esto es fundamental para la maleza no produzca semilla, que es en realidad nuestro principal enemigo.
– En el caso de malezas de hoja ancha, ¿qué recomendaciones da para mejorar la efectividad de los herbicidas en condiciones de radiación solar y humedad alta?
– Con todas las malezas es fundamental aplicar en horas de menor estrés y mayor actividad de la maleza. Hay que aprovechar situaciones como las actuales donde luego de las lluvias las malezas estarán en activo crecimiento y serán más efectivos los controles. En los casos donde las condiciones no son favorables, siempre es conveniente trabajar por la mañana temprano o por las tardes/noches, evitando las altas temperaturas y baja humedad relativa. Y siempre tener en cuenta de usar buenos coadyuvantes, que hay gran diversidad disponibles en el mercado.
(Fuente: Suena a Campo)