En las tierras áridas del Noroeste Argentino (NOA), los ovinos criollos son más que animales de producción: son un símbolo de adaptación y resistencia. Con su lana áspera y cuerpos robustos, estos pequeños rumiantes evolucionaron para sobrevivir en climas extremos, alimentándose de pasturas escasas y enfrentando sequías prolongadas. Pero su rol va más allá del ecosistema; son esenciales en las economías locales, donde aportan carne y fibra que sustentan tanto el mercado como la tradición artesanal de la región.
En este contexto, el INTA Catamarca lidera un programa que busca complementar estas cualidades naturales con avances genéticos, apuntando a mejorar la calidad y el rendimiento de los ovinos criollos. Según los especialistas, optimizar su genética no solo permite fortalecer las economías rurales, sino también garantizar una producción sostenible en tiempos de incertidumbre ambiental.

La genética como herramienta de sostenibilidad
Además de garantizar una mayor seguridad en los sistemas productivos, este trabajo promueve la conservación de la biodiversidad. La capacidad de adaptación de los criollos, moldeada por la interacción con las comunidades rurales, contribuye a mantener servicios ecosistémicos esenciales, incluso frente a los desafíos del cambio climático.
Caracterización y cooperación técnica
El proyecto, que inició en 2023, involucra a técnicos, productores y organizaciones locales en comunidades como Condor Huasi, Hualfín y Ampajango. Estas actividades buscan construir una base de datos sólida para evaluar objetivamente el potencial productivo de los ovinos criollos y su papel en los diversos sistemas productivos del NOA.
Un enfoque colaborativo para la ganadería regional
La cooperación entre provincias ha sido clave para avanzar en esta iniciativa. En el Campo Experimental Las Vizcacheras de La Rioja, técnicos de Catamarca y La Rioja intercambiaron experiencias y ajustaron metodologías para el análisis zoométrico, fortaleciendo sus capacidades para abordar desafíos comunes. Este trabajo se enmarca en proyectos macroregionales y nacionales orientados a promover una ganadería sostenible, incluyendo el desarrollo de estrategias adaptativas y resilientes.
Garantizar el futuro de los ovinos en el NOA
Los ovinos criollos son más que un recurso económico; representan un vínculo entre la biodiversidad, la cultura y las necesidades de las comunidades rurales. González enfatizó la importancia de desarrollar estrategias sostenibles que integren aspectos ambientales, económicos y culturales para asegurar el futuro de estas producciones.
Con este programa, el INTA no solo fomenta la sostenibilidad de los sistemas productivos, sino que también reafirma el valor del ovino criollo como parte del patrimonio genético y cultural del NOA.Una apuesta a largo plazo que busca fortalecer el arraigo rural y preservar las tradiciones que dan identidad a esta región.
(Fuente: Inta)