Con una inversión de $120 millones, la compañía ha modernizado su planta en Chacarita para producir 40,000 latas mensuales de agua mineral con y sin gas, en latas de aluminio de 473 cm³.
Esta iniciativa responde a la tendencia mundial hacia la sostenibilidad, ya que el aluminio es más reciclable y consume menos agua que el vidrio. Además, la línea de agua enlatada busca atraer a los consumidores más conscientes del medio ambiente, al mismo tiempo que sigue ofreciendo sus tradicionales botellones de 12 y 20 litros para empresas.
Sparkling, que ya lidera el mercado de distribución de agua para oficinas, ha ampliado su presencia al mercado domiciliario, desafiando a gigantes como Ivess y Cimes. Con más de 160 empleados y plantas en Buenos Aires, Córdoba y Rosario, la empresa busca consolidarse como un referente tanto en el sector empresarial como en el consumo hogareño.
«El consumo de agua embotellada en Argentina ha seguido una tendencia creciente en los últimos años, a pesar de las preocupaciones ambientales y económicas que esto conlleva. El consumo de agua envasada en sus distintas presentaciones ofrece comodidad y, en algunos casos, una mayor percepción de calidad. El acceso al agua potable de red es un derecho básico, el cual se ha visto deteriorado y reducido en los últimos años, no tan solo en las zonas más vulnerables, sino también en las grandes ciudades del país”.
Factores que afectan la confianza en el agua de red:
- Calidad variable: En algunas regiones, la calidad del agua de red puede fluctuar o presentar problemas ocasionales.
- Falta de información: La población no siempre cuenta con información precisa sobre la calidad del agua potable.
Fuente: Damian Wuscovi. Licenciado en Alimentos – Bromatólogo. Asesor de Empresas Alimenticias. Tel: 3815468976. [email protected]