La campaña de maíz en Argentina enfrenta un nuevo recorte en las proyecciones de cosecha, lo que genera incertidumbre en el sector productivo. En Tucumán y el norte del país, la situación es aún más desafiante debido a la incidencia del Dalbulus maidis, la chicharrita del maíz, que ha puesto en jaque la producción en varias zonas. Para conocer más sobre el panorama local, conversamos con Francisco Canteros, de la AER Monteros de INTA, quien nos brinda detalles sobre las perspectivas de la campaña y las amenazas que enfrenta el cultivo en la región.
– Recientemente se volvió a reducir la estimación de cosecha de maíz debido a las altas temperaturas. ¿Cómo se refleja esta situación en el norte del país, y particularmente en Tucumán?
– Si bien estos episodios de baches hídricos como los actuales, acompañados de altas temperaturas, son frecuentes en nuestra región, por lo tanto, es algo que el productor ya da por descontado que puede a ocurrir. Ahora bien, con respecto a las condiciones de altas temperaturas, junto con el contenido de agua del perfil del suelo, afectan a los cultivos en mayor o menor medida en los diferentes estadios de desarrollo; en el maíz sobre todo en los 15 días previos y 15 días posteriores a floración (período crítico), es el momento en que se define el rendimiento; dadas las fechas de siembras usuales en nuestra región, el cultivo esta entrado en ese período crítico.
– Uno de los grandes problemas del maíz ha sido la chicharrita ¿Cómo viene la incidencia en esta campaña en la provincia?
– Por ahora no se notan daños, sin observárse síntomas de achaparramiento en maíces sembrados temprano; por ejemplo los de la zona papera de la provincia de Tucumán, que abarca los departamentos: Chicligasta, Río Chico y Alberdi.
– ¿Cuáles son las principales recomendaciones que se están dando desde el INTA para enfrentar este escenario de menor rendimiento y alta presión de plagas?
– Las recomendaciones es hacer planteos defensivos, mediante la elección de densidades de siembra adecuadas al ambiente donde estemos trabajando y el uso de híbridos probados y adaptados a nuestras condiciones. Las recomendaciones de INTA, con respecto a achaparramiento de maíz son: continuar con los monitoreos del agente transmisor Dalbulus (chicharrita) y la elección de híbridos que demostraron mejor comportamiento respecto a la enfermedad, en la campaña pasada.
– Frente a este panorama, ¿cuáles son las expectativas para la próxima campaña en cuanto a área sembrada y rendimiento esperado?
– El área sembrada disminuyo sustancialmente en nuestra región. En cuanto a los rendimientos esperados, los maíces en nuestra región (Tucumán y provincias vecinas), fueron sembrados, entre fines de diciembre 2024 y principio de enero de 2025, por lo cual, en lo que respecta al estado de desarrollo del cultivo, este es el momento en el cual se están empezando a definir los rendimientos. Por lo tanto, es imperiosa la necesidad que se produzcan precipitaciones importantes y puedan lograrse buenos rendimientos.
– Por último, ¿qué mensaje le darías a los productores tucumanos para afrontar los desafíos que presenta esta campaña de maíz?
El mensaje es siempre de optimismo, esperando que lleguen las lluvias pronosticadas. Y nunca olvidar, que nuestra región, se caracteriza por suelos y ambientes frágiles, donde el cultivo de maíz es un eslabón importante en la rotación.
(Fuente: Suena a Campo)