La reciente detección de un ejemplar de mosca del Mediterráneo en La Arboleda, departamento de Tupungato, Mendoza, subió las alertas en las autoridades fitosanitarias. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria (Iscamen) respondieron rápidamente con la puesta en marcha de un plan de contingencia que tiene como objetivo evitar la propagación de la plaga y preservar el estatus de área libre en el Oasis Centro.
Este operativo, detallado en la Resolución 154/2025, establece medidas específicas para contener la situación sin afectar la condición fitosanitaria de la región. De hecho, el plan busca garantizar la continuidad de los beneficios que representan la certificación de área libre, clave para las exportaciones y la competitividad del sector frutihortícola mendocino.
Zona de acción y medidas específicas
La mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata) es una de las plagas más destructivas para la agricultura a nivel mundial. Originaria de la costa occidental de África, esta especie se ha dispersado por regiones de clima templado, subtropical y tropical, afectando a más de 300 especies de frutas, verduras y frutos secos.
La infestación por esta mosca provoca pérdidas significativas en la producción agrícola. Los daños directos incluyen la destrucción de la pulpa de las frutas, lo que las hace inadecuadas para el consumo y la comercialización.
Para mitigar el impacto de esta plaga, el plan de contingencia abarca un área reglamentada de 7,2 km de radio en torno al lugar donde se la detectó. Dentro de este perímetro, se llevarán a cabo como la recolección y eliminación de frutos caídos, la remoción de acciones de suelo bajo los árboles afectados y la aplicación de tratamientos fitosanitarios aprobados. Además, se intensificarán las liberaciones de insectos estériles, se instalarán nuevas trampas para monitorear la población de moscas y se realizarán muestreos frecuentes de fruta.
Para los productores, se desarrolló un protocolo especial que permite el tránsito de frutos hospedantes únicamente bajo condiciones de resguardo. Estas acciones buscan minimizar el impacto económico de las restricciones sin comprometer la sanidad de la producción local.
Un esfuerzo conjunto para un futuro sostenible
El plan de emergencia no solo tiene un enfoque técnico, sino también estratégico. Desde el Senasa destacaron que ste espacio contará con personal especializado del Senasa y del Iscamen para atender consultas y coordinar las acciones necesarias. Los interesados también podrán comunicarse mediante el correo electrónico [email protected] .
Fuente: Senasa