El campo bonaerense enfrenta una situación alarmante debido a las intensas precipitaciones registradas durante febrero y marzo de este año. Según el relevamiento realizado para la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), cerca de 2 millones de hectáreas de uso ganadero y agrícola quedaron bajo el agua en 13 partidos de la provincia. De ese total, más de 500.000 hectáreas están completamente inundadas y aproximadamente 1.450.000 presentan anegamientos de distinta gravedad.
Los distritos más afectados incluyen Olavarría, Azul, Benito Juárez, Laprida, General La Madrid, Puan, Tornquist, Bahía Blanca, Coronel Rosales, Guaminí, Adolfo Alsina, Coronel Suárez y Pringles. Esta crisis hídrica impacta de lleno en el sector ganadero en un período clave del ciclo productivo, con numerosos establecimientos en pleno proceso de destete de terneros y en etapa de parición otoñal, especialmente en vaquillonas. Además, las lluvias han afectado la siembra y el crecimiento de verdeos y pasturas, comprometiendo la alimentación futura del rodeo.
Estrategias para enfrentar la crisis
Especialistas del INTA han elaborado una serie de recomendaciones para ayudar a los productores a sobrellevar esta emergencia y minimizar las pérdidas productivas. Una de las claves es realizar un balance forrajero preciso para evaluar la disponibilidad de alimento en los próximos meses. Se recomienda determinar el stock de pasto en cada potrero, estimar la productividad futura y contrastar estos datos con la demanda del rodeo.
Si la situación lo requiere, se sugiere reducir la carga animal priorizando la venta de terneros, novillos y vacas vacías. Para las categorías de mayor riesgo, como vacas y vaquillonas en parición, se recomienda asegurarse de que tengan acceso a zonas elevadas donde puedan descansar y proteger a sus crías. Asimismo, en los establecimientos con baja disponibilidad forrajera, será fundamental recurrir a la suplementación con alimentos energéticos y proteicos de alta calidad, en lugar de depender únicamente de rollos o rastrojos de bajo valor nutricional.
Riesgos sanitarios y manejo del destete
El anegamiento prolongado de los campos también puede traer complicaciones sanitarias en el rodeo. Las condiciones dehumedad y hacinamiento favorecen la proliferación de parásitos gastrointestinales, sarna y enfermedades como la fasciolasis, transmitida por caracoles que expanden su hábitat con el agua. Por este motivo, los veterinarios recomiendan intensificar los controles sanitarios y realizar tratamientos preventivos en tiempo y forma.
Otro aspecto clave es elmanejo del destete, que puede verse alterado por la falta de zonas secas y el acceso limitado a forraje de calidad. Se aconseja destetar en zonas elevadas y bien drenadas, con suficiente espacio para evitar el estrés y el contagio de enfermedades. Además, se recomienda adaptar la alimentación de los terneros para garantizar su desarrollo sin comprometer la condición corporal de las madres.
Un desafío para la producción ganadera
El impacto del exceso hídrico en el sector ganadero dependerá de la duración de los anegamientos y la rapidez con la que se normalicen las condiciones climáticas. En este contexto, los productores deberán ajustar sus estrategias de manejo, priorizar la sanidad del rodeo y recurrir a asesoramiento técnico para minimizar pérdidas. Desde el INTA destacan que cada establecimiento tiene características particulares, por lo que es fundamental evaluar cada caso con profesionales especializados.
Mientras tanto, el sector agropecuario sigue de cerca la evolución del clima y espera medidas de apoyo que contribuyan a sobrellevar una de las crisis hídricas más severas de los últimos años.