A pesar del derrumbe en los precios internacionales de los granos, los productores argentinos mostraron un ritmo de comercialización más activo que en campañas anteriores. Según un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (IEE-SRA), al 2 de abril de 2025 ya se comercializaron 26,7 millones de toneladas de la nueva cosecha (2024/25), lo que representa un incremento del 34% respecto al mismo período del año pasado.
“Por lo tanto no es correcto afirmar que los productores estemos vendiendo menos, los números marcan lo contrario”, explicó Nicolás Pino, presidente de la entidad.
En el caso de la cosecha anterior(2023/24), el volumen vendido trepó a 98,7 millones de toneladas, un 40% más que en 2023.
El dato sobresaliente es que el productor vende, pero no necesariamente liquida: la SRA busca aclarar que las divisas que ingresan al país lo hacen a través de las exportadoras, que luego compran el grano en el mercado local. “El campo no es quien liquida los dólares que ingresan al país por las exportaciones de granos y subproductos”, aclara el informe. Este punto busca despejar una confusión habitual en el debate económico.
En términos de precios, el contexto no acompaña: a marzo de 2025, la soja registraba una baja del 25% interanual, el maíz del 18% y el trigo del 26%. Con estos valores, “existe una alta probabilidad de que la decisión de comercialización ponga al productor en situación de pérdida económica”, advierte el IEE.
Sin embargo, otros factores empujan las decisiones de venta: el atraso en la cosecha (por ejemplo, solo el 2% del área de soja estaba cosechada frente a un promedio del 21%), el encarecimiento relativo de los fletes y la necesidad de hacer frente a compromisos financieros en un entorno de insumos caros y márgenes comprimidos.
Desagregando por cultivos, la soja muestra un salto significativo en ventas de la campaña nueva (+50%), aunque todavía se vendió solo el 8% del total esperado. En el maíz, el avance fue más moderado (+3%), con un 15% de la producción ya comercializada. El trigo, por su parte, lidera en porcentaje: ya se vendió el 54% de la nueva cosecha, un alza del 46% en volumen frente al año anterior.
“El productor toma decisiones de venta conjugando sus necesidades financieras con la mejor combinación de momentos y precios”, sostiene el documento. Así, aunque los números del mercado internacional no acompañen, el productor argentino sigue apostando a moverse con estrategia en un escenario que lo desafía en múltiples frentes.