La producción de frutillas en la Argentina es importante. La superficie cultivada alcanza aproximadamente las 1.500 hectáreas. Los principales puntos de producción se ubican en Coronda (Santa Fe), en Lules (Tucumán), en el área metropolitana de Buenos Aires, en Mar del Plata y, en menor medida, en los valles templados de Jujuy y de Salta, en Corrientes y en Neuquén.
La producción anual estimada oscila de 45.000 a 50.000 toneladas, disponibles durante todo el año debido a las diversidades del clima en las regiones mencionadas y a la producción en invernaderos, de la cual el 60% se destina a fruta fresca y un 40%, a la industria.
En lo que respecta a Tucumán, la superficie cultivada en 2024 llegó a 585 hectáreas. La época de plantación se ubica a principios del otoño, en abril.
Las variedades más utilizadas son San Andreas, Fronteras, Rociera y Sabrina, con una genética mayoritaria, el 95% de los plantines provenientes de viveros de Chubut.
De junio a julio, la fruta fresca se destina a los mercados centrales de Buenos Aires, de Mendoza y de Córdoba; los pequeños productores proveen a los mercados regionales y locales. De agosto a septiembre, la fruta se congela y se destina a la industria, tanto para el mercado interno como para exportación.
