El ingeniero Hernán Salas, Coordinador del Programa Citrus y director asistente en Investigación y Tecnología Agropecuaria de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, se refirió a la evolución de la campaña citrícola 2018:
Exportación a EEUU: si bien aún están en camino algunos envíos, el volumen final de fruta será cercano a las 5.000 toneladas, muy inferior a lo proyectado originalmente (20.000 tn). Esto obedeció a diversos factores. Al ser los primeros envíos luego de esta larga interrupción, fue necesario realizar los ajustes necesarios de los procedimientos de campo y de los empaques (color, calidad, cerramiento de instalaciones, etc), los arreglos comerciales de las diferentes compañías locales y finalmente, las precipitaciones ocurridas durante los meses de abril y mayo, principalmente. Estas últimas, si bien impidieron la normalización inicial de la cosecha, resultaron de fundamental importancia para humedecer el perfil del suelo compensando parcialmente el déficit de lluvias primaveral y estival, y generando condiciones de elevada humedad atenuando en gran medida los efectos negativos de las primeras heladas ocurridas a principios de junio. Estas sólo afectaron brotes tiernos, flores o frutos pequeños de plantas ubicadas en zonas bajas. Justamente, esta baja de temperatura generó también un incremento del ritmo de viraje del color de la fruta, alcanzando una tonalidad de color amarillo que no sería la ideal para dar cumplimiento al protocolo de Estados Unidos. Cuanto menos amarillo sea el color, menos atractivo será el limón para la “mosca de la fruta”. No obstante que el volumen final de fruta exportada sea reducido, confirma lo anunciado previamente por los representantes de la actividad local dando mayor credibilidad y confianza.
Fuente: La Gaceta