La sequía es el problema más importante y acuciante del campo argentino, con impacto en cada una de las actividades que integran el sector. Tal es el caso de la lechería, que como consecuencia de las faltas de lluvias y el calor extremo contará con un considerable menor volumen de alimento para los animales, provocando un desplome de entre el 20% y el 35% en la producción de leche para este año.
Así lo indica un trabajo del consultor especializado en lechería, Marcos Snyder, publicado en el blog DairyLando. Si se tiene en cuenta que en 2022 se produjo un volumen total de 10.500 millones de litros, se podría hablar que las mermas productivas podrían suponer entre 2.100 y 3.675 millones de litros, que es, básicamente, casi toda la oferta exportable del país.
Según el trabajo de Snyder, este desplome de la producción estaría totalmente ligado a la escasez de reservas forrajeras, en especial, a la imposibilidad de que un número importante de productores de poder hacer silaje de maíz. En su análisis, el experto explica que la acumulación del grano amarillo “es la herramienta más poderosa que ha tenido el productor de leche para aumentar la producción”.
“Ante la necesidad de aumentar la carga animal los tambos fueron creciendo en la superficie sembrada de maíz para ensilar a costa de área de pasturas. El maíz es el cultivo que más materia seca digestible produce por hectárea y al cosecharlo el aprovechamiento del forraje pasa del 60% de una pastura a 90% del silo”, detalló Snyder.
Planteada esta importancia y teniendo en cuenta el impacto en el maíz que generó la falta de lluvias, en combinación con heladas tempranas, Snyder estimó que las reservas forrajeras en poder de los tambos podrían caer un 43%. O sea, de las casi 17 millones de toneladas del cereal que se encontraban disponibles para la producción lechera, hoy apenas se podrá contar con poco más de 10 millones.
Así, el especialista planteó un sombrío panorama para la actividad. “La cosa va a ser grave, muy grave. Ignoramos cuántos tambos podrán continuar en producción ya que la facturación se desplomará en un escenario de costos crecientes. En la serie analizada hay una relación de 0,42 litros de leche por kilogramos de silaje (con un máximo de 0,55 y un mínimo de 0,31), haciendo las cuentas calculamos que en el 2023 la producción de leche en Argentina podría caer entre -20 y -35%, bastante peor que lo del 2016″, dijo.
Lo único que puede “amortiguar” tamaño desplome es “que empiece a llover como para sembrar verdeos y pasturas (que habrá que sembrar más de la cuenta para bajar la carga que dependía del silo) y luego que el clima siga favorable, sin mucho barro ni demasiado frío, con buenas producciones de pasto. Sería imperativo también que la relación de precios relativos de la leche con los concentrados se normalice…que un litro de leche pueda comprar dos kilos de maíz nuevamente…y que haya maíz para darle a las vacas!”.
Intervención
Esta situación sumamente crítica también impacta en la industria láctea, sobre todo las pymes. Es por eso que la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) llevó a cabo un encuentro para analizar la coyuntura actual y pedir “la intervención urgente de la Nación y las provincias frente a la situación extrema de la cadena”.
“Si bien la producción viene afectada climáticamente en los últimos años, ahora la falta alimentación para los animales se hará más compleja porque no se tendrán reservas para el resto del año”, planteó APYMEL en un comunicado y aseveró que “los tambos en general, pero específicamente los pequeños y medianos necesitan un auxilio real del Gobierno Nacional y de los provinciales de manera urgente”.
Ante esto, los industriales marcaron que “con la continuidad de esquemas de retenciones, diferenciales cambiarios, e incluso precios internacionales contraídos, no existe la generación de diferencias financieras en las empresas incluidas en la cámara que logran salir al exterior. Se necesita una inminente actualización de los valores de referencia de los productos para no seguir pagando impuestos por encima del precio real de la mercadería exportada”.
Por último, indicaron que “ante la grave situación planteada en todos los frentes”, la entidad empresaria reiteró los pedidos de audiencia ya cursados al secretario de Agricultura, Juan José Bahillo; y al ministro de Economía, Sergio Massa.