La 28ª Conferencia de las Naciones Unidas para el cambio Climático (COP28) que se realizará en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre, se acerca rápidamente. A medida de que se aproxima la fecha, cobra importancia analizar el contexto de las conversaciones, anticipar los temas que estarán en la agenda y considerar cuáles podrían ser las cuestiones de interés para la Argentina.
En una nota realizada por Nelson Illescas, de la Fundación INAI, este señala que se espera que la cumbre atraiga a más de 70.000 participantes, incluyendo jefes de Estado y de Gobierno, funcionarios gubernamentales, representantes de organismos internacionales, líderes empresariales, académicos y miembros de organizaciones de la sociedad civil.
Un aspecto crucial de la COP28 será su papel como la primera revisión global del Acuerdo de París, lo que implica una evaluación exhaustiva de las medidas tomadas durante los primeros cinco años de su implementación. Esta evaluación deja en claro que, a pesar de algunos avances en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, los planes actuales están lejos de ser suficientes para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 1,5° C.
Tanto el sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) como el informe global de la ONU sobre el progreso hacia los objetivos del Acuerdo de París para abordar el cambio climático proporcionan pruebas detalladas de que el mundo se encamina hacia un aumento de la temperatura global de aproximadamente 2,6° C. Sin embargo, el IPCC, en colaboración con científicos del clima y Gobiernos de todo el mundo, sostiene firmemente que existen las herramientas necesarias para reducir las emisiones a la mitad durante esta década, y encaminar al mundo hacia la neutralidad de carbono, limitando el aumento de la temperatura global a 1,5° C. Esto requiere una rápida expansión de las fuentes de energía renovables y la eliminación gradual de los combustibles fósiles, como enfatiza la Agencia Internacional de la Energía.
A pesar de estas recomendaciones claras, el progreso en la adopción de medidas efectivas ha sido lento, y ha sido insuficiente el liderazgo en las reuniones internacionales recientes. Las reuniones de mitad de año en Bonn no lograron resultados significativos, aunque los líderes del G7 expresaron su compromiso de acelerar la transición hacia las energías renovables y los del G20 prometieron triplicar las inversiones en energías limpias, aunque sin ofrecer detalles concretos ni compromisos sólidos en cuanto a los plazos para la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
(Fuente: La Gaceta)