El Oficial de Ganadería Sostenible, Sanidad Animal y Biodiversidad para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Andrés González, advirtió por el inminente riesgo de una nueva ola de gripe aviar que afectará a Latinoamérica y para la que hay que prepararse sin demoras.
“Lo vivido en los últimos 12 meses ha sido una situación sin precedentes para América Latina y el Caribe. Si bien en años anteriores la Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) ya se había presentado en territorios puntuales, ya 16 países han confirmado casos“, subrayó González en un artículo de opinión.
EL SALDO NEGATIVO DE LA GRIPE AVIAR
En este marco, González subrayó que al menos dos personas en el continente han sido infectadas por el virus (una en Ecuador y otra en Chile), pero lo más grave es la pérdida de 12,5 millones de aves que murieron o fueron sacrificadas para contener la propagación en la región.
“A esto debemos sumar la afectación -inédita- de unos 30.000 mamíferos marinos y de aves silvestres”, sumó.
Uno de los problemas, según mencionó el funcionario de la FAO, es que el virus ha evolucionado por su capacidad de interactuar con poblaciones de aves migratorias, las que se han visto lamentablemente afectadas, diseminando la enfermedad en sus rutas normales desde norte hacia el sur del continente, propagándose así en las aves domésticas, especialmente en granjas con bajos niveles de bioseguridad.
Por eso, pese a los esfuerzos de los servicios veterinarios oficiales de cada país, se ha hecho prácticamente imposible evitar que ingrese.
“Es por eso que desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hemos hecho un llamado a implementar un plan de acción para trabajar juntos. Como enfermedad transfronteriza, esta se requiere afrontar con un enfoque de carácter regional”, enfatizó González.
ACCIONES REGIONALES CONTRA LA GRIPE AVIAR
Según el dirigente, desde el día uno han bestado trabajando codo a codo con los países que solicitaron apoyo técnico, liderando esta necesaria coordinación. Esto sumado a las reuniones técnicas, como la de marzo de este año en Santiago de Chile con los jefes de los servicios veterinarios de los países de la región, para atender la situación de emergencia.
En julio pasado, en tanto, también se reunieron en Colombia profesionales, académicos y expertos regionales, para abordar el interés manifestado por los países en relación con la vacunación como una medida de apoyo para la prevención y el control de la IAAP, así como la complejidad asociada a la toma de decisiones y a la implementación de esta estrategia.
Por último, en el próximo diciembre habrá un tercer encuentro para intensificar el debate técnico sobre los riesgos de esta nueva temporada, y levantar las lecciones aprendidas, a modo de coordinar acciones para los próximos meses. “¿Lograremos detener una nueva ola en la región? Probablemente no. Pero, si de algo estamos seguros desde la FAO, es que si trabajamos juntos estaremos mejor preparados; es la única forma de enfrentar este enorme desafío global”, mencionó al respecto González.
Y ahondó: “Todos nuestros esfuerzos han apuntado efectivamente a interpretar el fenómeno epidemiológico de la enfermedad, estandarizar los procedimientos de bioseguridad, vigilancia y control, así como a mejorar las capacidades técnicas”.
Desde su punto de vista, la clave pasa por garantizar la salud y el bienestar animal, y por consiguiente la seguridad alimentaria de las personas.
LATINOAMÉRICA, UN LUGAR CLAVE
En tal sentido, recordó que en la actualidad, América Latina y el Caribe producen en torno al 20% de la carne de ave y el 10% de los huevos que se consumen en el mundo.
“Si bien la ciencia ha comprobado que el virus de la influenza aviar no se traspasa a los humanos por el consumo (siempre deben ser bien cocinados), no es menos cierto queimpacta drásticamente en la población avícola, por lo que golpea directamente los esfuerzos por garantizar la seguridad alimentaria y avanzar hacia el hambre cero en la región, además de destruir medios de vida”, comentó González. Por esa razón, consideró que “enfrentaremos en los próximos meses una nueva fase, en la que podría ocurrir una mayor propagación en nuestra región”.
El foco, de acuerdo con el funcionario de la FAO, estará en resguardar la salud de las personas, la producción avícola, pero sin olvidar a la fauna silvestre y la conservación de especies.
“Desde la FAO creemos que este trabajo coordinado rendirá sus frutos, estando mejor preparados que antes, y con una mejora continua para intentar minimizar y contener una diseminación masiva de la enfermedad”, finalizó.
(Fuente: Infocampo)