Corrientes busca controlar el gusano barrenador del ganado. Se trata de una larva que provoca la enfermedad miasis en animales de sangre caliente y en seres humanos de poblaciones rurales.
Para lograr este objetivo, la provincia decidió liberar gusanos para combatir los gusanos. El programa consiste en insertar moscas esterilizadas para controlar la población.
Esta herramienta se realizó a través del INTA Rafaela y la Bioplanta de Santa Rosa, Mendoza. Esta primera etapa consistió en liberar las moscas en islas de producción de invernada en la provincia de Corrientes.
“Se realizó esta primera liberación para ajustar la Técnica del Insecto Estéril al control del gusano barrenador del ganado (GBG), Cochliomyia hominivorax”, planteó el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen). Esta enfermedad se genera cuando las moscas ponen sus huevos sobre las heridas cutáneas de los animales. De ahí eclosiona una larva que daña el tejido vivo de los huéspedes para alimentarse del exudado que se forma.
Gusano barrenador del ganado
El Iscamen planteó una liberación de 35.000 moscas estériles durante un período de 30 semanas aproximadamente en el área de trabajo delimitada para los ensayos. A partir de esta prueba, se analizarán los resultados.
“Actualmente, la única instalación a nivel global que lleva a cabo la producción masiva de moscas estériles para el gusano barrenador del ganado (GBG) se ubica en Panamá. Esta planta suministra de manera extensiva a programas en Centroamérica, Estados Unidos y Uruguay”, explicó el Iscamen para destacar la importancia de este desarrollo.
Esta enfermedad es de importancia para el sector ganadería, ya que genera muertes de animales, reducción en la producción pecuaria y costos por la vigilancia epidemiológica. Las pérdidas pueden ascender a 3600 millones de dólares anuales.
Esta herramienta se presenta como una solución importante, ya que, actualmente, los tratamientos se basan en aplicación local de pastas, líquidos o polvos aerosoles de insecticidas que provocan la expulsión de las larvas. Sin embargo, en el último tiempo se reportaron resistencias por parte de los insectos a estos productos.
A través de la bioplanta de Mendoza, la “fábrica” permite recrear las condiciones del ciclo biológico natural de los insectos, para luego esterilizarlos antes de que sean liberados al medio ambiente. De esta manera se corta el ciclo reproductivo de la plaga.
(Fuente: Agrofy News)