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El Niño llegó, pero tarde, a la zona núcleo. El evento climático generó que lleguen las lluvias en la segunda mitad del año y que el 50% del territorio tenga reservas adecuadas.
Sin embargo, 2023 termina con un saldo de lluvias 700 a 900 milímetros, mientras que el 2022 cerró con 600 a 800 milímetros. El Niño no logró revertir que el total de precipitaciones se ubique en el promedio histórico y terminó un 20 % por debajo.
A pesar de este panorama, el 50 % de la región terminó con reservas adecuadas. Hay sectores con excesos.
“La diferencia es que este año la recomposición de las lluvias se dio a partir de octubre. Esto no fue suficiente para alcanzar la media histórica de la región”, planteó la Bolsa de Comercio de Rosario.
La zona más castigada por la falta de lluvias es el centro oeste de Córdoba. Las precipitaciones se mantuvieron ausentes y este sector es el único que mantiene condiciones de sequía similares a las del año pasado.
Las proyecciones para la campaña gruesa 2023/24 en la región son buenas. El 60 % de la soja de primera y el 90 % del maíz temprano se encuentran entre excelentes a muy buenas condiciones”, informó la BCR.
Por otra parte, se destacó que 2022 cerraba entonces con un 60 % de la soja de primera en condiciones de regulares a malas. Además, se estimaba una caída de rendimiento de un 20 % a un 50 %. Sin embargo, el escenario es distinto y se espera una producción que se ubique como la segunda mejor de la historia.
(Fuente: Agrofy News)
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