El cultivo del girasol emerge como una opción prometedora en el Norte Argentino, especialmente en el marco de un contexto económico y agrícola desafiante. Bajo la coordinación de la ingeniera agrónoma Lorena Czyruk, el INTA Sáenz Peña ha liderado investigaciones y ensayos que demuestran el potencial del girasol como un cultivo conveniente y rentable. En esta ocasión, desde SUENA A CAMPO hablamos con la ingeniera sobre los hallazgos más destacados de estos estudios y las perspectivas para el futuro del girasol en esta zona.
– ¿Cuáles son las principales características del cultivo del girasol que lo hacen atractivo y rentable?
– El girasol constituye una alternativa de producción en el NEA y ahora comenzó a explorar el NOA. Es un cultivo que se ubica muy bien en las rotaciones, se lo siembra después de la cosecha de soja, lo quenos permite acumular agua en el perfil hasta su momento de siembra. En nuestra zona sembramos después del 15 de junio hasta el 15 de septiembre. Se tiene mucho en cuenta que el periodo vegetativo, cuando va a cambiar al reproductivo que no caiga en un periodo de heladas tardías. Los semilleros nos ofrecen una paleta amplia de híbridos, en la red de evaluación se observa que los rendimientos del cultivo va aumentando año a año. Además va mejorando la oferta genética y el contenido de materia grasa, que en la comercialización se aplica una bonificación cuando supera el 42% de materia grasa, esto da a razón de 2% por cada punto excedente.
– ¿Cuáles son los resultados más destacados de los ensayos realizados por la red NEA en girasol en términos de rendimiento y calidad del cultivo?
– En nuestra zona en las últimas campaña tenemos unos rendimientos promedio que va entre 1400 y 1500 kilos por hectáreas, en este rendimiento tenemos que tener en cuenta que es un promedio de todos los manejos y prácticas agronómicas que realizan los productores en las provincias, no solo se consideran a los productores de punta. Dentro de la red de evaluación dividimos en Norte (Chaco y Santiago) y Santa Fe, donde también tenemos Reconquista, Villa Ocampo y San Justo. Aquí nosotros tenemos rendimientos diferentes por ejemplo en la localidad de San Justo, tiene oferta ambiental y agronómica y el promedio va entre 4000 y 5000 kilos por hectárea, manejando densidades de 47 a 52 plantas por hectárea. En Chaco el rendimiento es un poco más bajo que van desde los 2200 a 2700kilos por hectáreas, en promedio en la provincia, tenemos rendimientos superiores.
– ¿Qué prácticas de manejo agronómico se han demostrado más efectivas para optimizar el rendimiento y la rentabilidad del girasol?
– La acumulación de agua, elegir bien el lotes, preferentemente que vengan de cultivos de soja, al momento de la siembra que haya buena humedad en el perfil, un buen control de malezas para evitar la competencia, monitoreo constante de plagas. En la región NEA se bajó la presión de plaga, en las ultimas campaña no se tuvieron que hacer aplicaciones, o fueron reducidas. Esto es favorable para nosotros, porque mejoramos el rendimiento y cada hibrido ofrece su máximo rendimiento.
– ¿Qué recomendaciones ofrecería a los productores interesados en incorporar el girasol a sus sistemas de producción en el NOA? ¿Con qué cultivos se podía hacer rotación?
– La elección de híbridos, que sean estables y adaptados a la zona, elegir bien la fecha de siembra, densidad, agua acumulada en el perfil para tener un buen arranque en el cultivo. Esas serían las pautas elementales juntos con el control de malezas.
(Fuente: Suena a Campo)