En diálogo con SUENA A CAMPO, el ingeniero Agrónomo Arturo Felipe, jefe del grupo de cultivos industriales de la Estación Experimental Agroindustrial Famaillá, nos brindó una visión integral sobre el manejo de la caña de azúcar en la región. A través de su experiencia, nos contó los resultados de la reciente jornada de manejo de caña en diferentes ambientes, así como también comparte reflexiones sobre la situación actual de los cañaverales en la zona.
– ¿Podría compartir con nosotros los principales hallazgos y aprendizajes de la jornada de manejo de caña en diferentes ambientes, especialmente en lo que respecta al lote semillero de la Cooperativa Don Pedro en Simoca?
– Fue una gran experiencia, hubo más de 250 registrados para la capacitación, lo que nos llena de satisfacción. Además fue una gran experiencia trabajar con la cooperativa Don Pedro y con los productores que se juntaron en pos de un objetivo común. Iniciamos hace dos años con un pequeño semillero, creemos que los productores tienen que tener otras herramientas y no solo manejar una variedad. Hoy vemos como la nueva genética con manejos adecuados puede traer grandes beneficios a los productores. Ellos estuvieron en contacto directo con las nuevas variedades porque hicimos un trabajo de campo, la verdad que el resultado de la jornada fue muy positivo.
– ¿Cómo fue ese ida y vuelta con los productores?
– Fue una jornada muy positiva, con aprendizajes para todos. La cooperativa nos prestó ese campo donde estamos probando un manejo de labranza reducida, nuevo tipo de manejos con cultivos de servicio, estamos utilizando ese espacio para seguir ensayando y probando cosas que después el productor lo pueda trasladar a lo suyo.
– Se realizó un Pre zafra durante la primera quincena de abril. ¿Cuál es el panorama general de cómo vienen los cañaverales en la región y cuáles son las perspectivas para la próxima zafra?
– La semana pasada terminamos con el primer muestreo que hacemos todos los años. Los valores están bastante bajos para el arranque, son similares al inicio de la zafra del año pasado. En el análisis, tenemos una cuestión muy diferente que tiene que ver con que el año pasado había cañaverales con poco desarrollo producto de la sequía, este año vemos una situación distinta, están con mejor porte y continúan creciendo, por eso también los números bajos, los cañaverales no iniciaron su proceso madurativo, todavía no tenemos la amplitud térmica de temperaturas muy bajas a la noche, esto nos da una pauta que la maduración ya inició mucho más fuerte.
– Uno de los temas destacados fue la diversificación de variedades de caña. ¿Qué beneficios puede ofrecer esta diversificación en términos de resistencia a plagas, calidad de la materia prima y rentabilidad para los productores?
– Es algo que yo trato de charlarlo siempre en los talleres, es importante que la actividad y el medio lo conozca. Hace una década nos manejamos con una sola variedad que le quebró la resistencia a dos enfermedades puntuales, la roya marrón y el carbón que es muy peligrosa porque condiciona tallos, por ende la producción de ese campo. Entonces si están vulnerables ante los quiebres de resistencia de las enfermedades cuando tenemos una sola variedad, pone en peligro nuestra producción. El tema de tener una diversificación varietal en los campos nos ayuda a que esos quiebres de resistencias sean prolongados en el tiempo por lo tanto los pone menos vulnerable, hay que aprovechar que el INTA como la Estación Experimental Obispo Colombres ofrecen variedades. Por suerte hay una oferta varietal de nuevas herramientas disponibles para que el productor lo pueda aprovechar. Tuvimos una experiencia, de escuchar a cuatro productores de la cooperativa que contaron a sus pares como fue la experiencia de tener diferentes variedades.
– ¿Qué recomendaciones puede ofrecer a los productores para mejorar el manejo de la caña y optimizar la producción en sus lotes?
– Lo que siempre les digo es que la agricultura no tiene receta, lo importante es saber que cada productor tiene una situación particular, el campo no es igual al del vecino y sus condiciones y aprendizajes son distintos, por eso no hay receta. Los animo a que prueben y cambien, se asesoren se formen, eso hará que puedan resolver situaciones. Un claro ejemplo es el de las variedades, animarse a cambiar lo que estoy acostumbrado a hacer y quizás eso les traiga muchos beneficios.
(Fuente: Suena a Campo)