En consonancia con su predominio en el comercio internacional,cada paso y decisión que toma China tiene inevitablemente efectos que se replican en otros países, y muchas veces en regiones de otras partes del mundo.
Esa dinámica la conocen a la perfección en el agro argentino, cuyos vínculos con el Gigante Asiático ya cuenta con un largo historial.
Recientemente, luego de la aplicación de aranceles extra al ingreso de autos eléctricos chinos a la Unión Europea, la administración de Xi Xinping decidió comenzar formalmente investigaciones propias acerca de supuestas maniobras de “dumping” por parte del mercado europeo en materia de producción porcina. “China es un jugador fuerte, quizás el más fuerte, y cuando quiere alguna revancha la lleva hasta las últimas consecuencias. Razón por la cual el supuesto dumping de la carne de cerdo desde Europa es venganza por el conflicto de los vehículos. China puede darse el lujo de desechar ese mercado y salir a buscar otros”, analizó el consultor argentino Juan Luis Uccelli, especialista en el mercado porcino.
Con el problema en ciernes, la “Interprofesional del Porcino de Capa Blanca” (Interporc) en España, país de gran peso en la producción porcina, busca conseguir una pronta solución al conflicto desatado en las últimas horas.
“Las guerras comerciales no son buenas para nadie”, adelantó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas. La preocupación allí no es infundada: en la actualidad España sería el principal perjudicado ante el sostenimiento de la medida desde China.
Es que la nación ibérica aporta el 21% del total de los productos porcinos importados por China, por delante de Estados Unidos (15,9%), Brasil (15,8%), Países bajos (9,0%), Canadá (9,0 %) y Dinamarca (8,80%).
En declaraciones al diario español El Independiente, Jaume Bernis, responsable en temas porcinos para la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag), desestimó la veracidad de las acusaciones.
“Si somos los primeros desde hace años es porque lo hacemos muy bien,porque son muy exigentes y meticulosos sanitariamente”, analizó.
¿OPORTUNIDAD EN ARGENTINA?
Ante el conflicto comercial desatado entre ambos bloques comerciales, en Argentina la mirada es de expectativa.
Para Uccelli, situaciones como la reciente apertura del mercado uruguayo para la carne de cerdo a raíz de las dramáticas inundaciones en el sur de Brasil son momentos que, más allá de lo terrible para quienes sufren los daños, generan paradójicamente una oportunidad comercial para otros. Y en la cadena porcina esperan que se pueda abrir aún más el mercado chino. “Ante la desgracia de las inundaciones en Porto Alegre abrimos en tiempo récord el mercado uruguayo”, ejemplificó. Se trató de un mercado al cual la cadena porcina buscó durante más de un lustro por su apertura, pero solo la pudo lograr a raíz de los fenómenos climáticos.
“Y creo que este conflicto entre China y la UE se da se da un buen momento, porque hasta el Gobierno su manera de relacionarse con China, tema swap de por medio. Y vale recordar que el Presidente Javier Milei estará allí de visita prontamente”, analizó a raíz del viaje que el Jefe de Estado realizará hacia ese país, invitado por Xi Xinping.
El viaje presidencial tendrá de fondo una notable tensión a raíz de las reiteradas declaraciones de Milei en contra del régimen chino, sobre todo durante la campaña electoral que lo catapultó a la Casa Rosada.
Ante ese panorama, Uccelli analizó: “Creo que (NdR: Milei) tiene que pensar que debe hacer negocios, y cuando querés hacer negocios ‘son todos amigos’. Y creo que la carne de cerdo tiene mucho potencial para entrar a China, razón por la cual veo una oportunidad muy interesante”.
¿Qué productos argentinos pueden tener una chance? Si bien el mercado chino está abierto para cortes de carne, el flujo es escaso.
“Solo cortes o media res, pero sin cabeza ni patas de cerdo”, ejemplificó. La ventana de posibilidad se abre entonces para las menudencias, algo que en nuestro país no solo que no presenta ganancias para los productores e industrializadores, sino que puede representar un costo adicional. “Están frenadas para poder exportarlas a China y es muy importante, porque acá no se usan, tienen valor cero o menos que cero: muchas veces hay que pagar para que se las lleven y en China se usan todas”, comparó.
“Razón por la cual tiene un precio competitivo que nos ayudaría a mejorar el precio local. Entonces veo unas oportunidades muy interesantes, más allá que se puede volver a abrir el mercado de la carne en todo su esplendor”, cerró Uccelli.
(Fuente: Nacionales)