En medio de la lucha que continúa por parte de productores de la Patagonia para poder llegar a los animales que quedaron varados y sin alimento a raíz de las intensas tormentas de nieve, en las últimas horas comenzó a llegar un alivio por parte del clima.
Según reportó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), algunas localidades de Chubut y Santa Cruz, los territorios donde se han visto las mayores complicaciones, marcaron ayer lunes por la mañana temperaturas mínimas entre las más altas del país.
Asimismo, otro mapa elaborado por el SMN muestra que las dos provincias más grandes de la Patagonia tuvieron temperaturas mínimas superiores a las que se registraron en el centro y el noroeste argentinos.
A LA ESPERA DE LLUVIAS
No obstante, Santa Cruz permanecía bajo situación de alerta meteorológica por vientos fuertes y por lluvias, algo que también alcanzaba a Tierra del Fuego.
En el centro del país, en cambio, se aguarda con ansias quelleguen más precipitaciones que apuntalen la campaña de trigo que se inició con buenos porcentajes de agua útil, pero ahora requiere de aportes adicionales para sostener los rindes.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señalaron que las lluvias del último fin de semana dejaron un acumulado bajo, pero hay expectativas de que llegue una tanda de precipitaciones en los próximos días.
Según Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, “para mediados de semana se pronostica un nuevo ingreso de aire frío que podría concretar las lluvias esperadas”.
Vale recordar que, para el pasado fin de semana, se esperaban entre 10 y 15 milímetros, pero apenas se logró un máximo de 4 milímetros en la zona de Rosario.
“A pesar de la escasez de precipitaciones del fin de semana, la circulación atmosférica actual sigue aportando humedad y temperaturas más cálidas”, completó Russo.
Desde GEA se había advertido que esos milímetros adicionales serían claves para frenar el déficit hídrico y recuperar el cultivo de los daños por frío, y que también tendrían un rol fundamental para terminar las fertilizaciones pendientes y activar las que se han realizado sin la humedad adecuada.
(Fuente: Infocampo)