El mercado internacional de la carne enfrenta una situación “compleja, pero si miramos el proceso o la película, siempre somos muy optimistas”, señaló en primer lugar Carlos Riusech, director de frigorífico Gorina.
Riusech hizo hincapié en algunos mercados en específico, por ejemplo en el caso de China sostuvo que se “manifiesta una tranquilidad, sigue demandando volumen, pero los precios no son tan atractivos”.
El industrial argentino señaló que la “proyección para el mercado chino es buena, porque este año se dimensionaría el crecimiento anual en el consumo de carne del 4%. Se espera que las importaciones de carne cierren entre 3.5 y 3.7 millones de toneladas, cuando antes siempre hablábamos de 3 millones”.
“Creemos que los precios van a tender a subir en lo que resta del año, pero no nos confundamos con la situación que hubo en 2018, 2019 y 2020”, afirmó.
Para el caso del mercado norteamericano, “todos sabemos lo que está atravesando, con un stock que ha disminuido sensiblemente, que hoy se ubica en el eje de 82 millones de cabeza, y eso genera un doble efecto: Estados Unidos demanda carne para su consumo y libera algunos otros destinos”, mencionó Riusech.
Desde la industria argentina se espera que la situación en Estados Unidos no presente mayores variantes para el año 2025, “porque es un escenario bastante estructural, está terminando un proceso de liquidación”.
Por parte de Gorina se está explorando en Estados Unidos la posibilidad de venderle carne premium y también Kosher, “creo que el mercado ahí presenta un potencial muy importante”.
Para el caso de Europa, Riusech describió a este mercado como uno que “está armado. Está estable, aunque también acusa algún signo de fatiga en los precios, que es bueno, pero esperábamos algo superior”.