La Dra. Eliana Rita Solórzano nos informa sobre los beneficios que tiene la producción animal orgánica tanto para el animal como para el hombre, a través de cuatro criterios fundamentales.
La producción animal orgánica posee cuatro requisitos fundamentales que la caracterizan. El primero de ellos tiene que ver con la privación del uso de hormonas, ya que las mismas se utilizan generalmente para aumentar el apetito del animal, generando más masa proteica y, consecuentemente, ganando más peso.
Esto es nocivo para la salud desde el punto de vista de la producción orgánica, debido a que estos residuos de hormonas sintéticas inyectadas se transfieren al hombre mediante el consumo, y se depositan en la sangre produciendo los mismos efectos que en el animal.
El segundo requisito yace en la prohibición del uso de antibióticos. En la producción convencional, los medicamentos pueden ser usados para el tratamiento de una enfermedad en concreto y no como un método preventivo ya que realizar un abuso por parte de estos antibióticos genera una “resistencia antibiótica” que recae en la implementación de dosis cada vez más altas para erradicar a ese microorganismo que se instaló en el animal.
Siguiendo con el ejemplo anterior, este microorganismo también puede traspasar hacia el hombre a través del agua y de la tierra, ocasionandonos infecciones que no podrán ser combatidas con ningún antibiótico en el mundo. Por lo tanto, con respecto a este ítem, podemos concluir que es imprescindible el respeto de las dosis y los tiempos de uso de aquellos medicamentos.
Otro factor importante radica en el pienso -alimento para el ganado- que no puede estar compuesto por ingredientes de origen animal (ej.: la harina de carne) ni tampoco debe contener residuos de pesticidas, herbicidas, ni de ninguna otra sustancia de origen sintético.
El acceso al aire libre resulta ser esencial para los animales, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. Este cuarto y último requisito es de suma importancia, sobre todo para el ganado bovino, quienes deben pastar mínimamente 120 días al año a campo abierto.
Los beneficios que traen aparejados estas condiciones, se ven reflejados en las carnes orgánicas, las cuales poseen un 47% más de ácidos grasos y omega 3, y también en la leche con un 53% más de omega 3. Esto se traduce en lo esencial que significa una buena dieta para el animal, basada en pasto y alimentación orgánica, recursos que ayudan al incremento de estos nutrientes y que benefician tanto a los animales como a la sociedad en general.
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