La caña de azúcar se encuentra en plena época de cosecha en un contexto difícil para la provincia de Tucumán.
Este cultivo es una de las principales actividades agropecuarias que impulsan la economía de la provincia, en diálogo con Suena a Campo, el Dr. Daniel Ploper, director de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, realizó un análisis y un balance de esta actividad hasta el momento.
La sequía del verano tucumano afectó a los cañaverales; sin embargo, la estimación del volumen de materia prima que podrán disponer los 14 ingenios para la zafra de este año es muy buena. «En la región, esperamos 14.000.354 toneladas«, anticipó Ploper. Si se compara con la zafra del 2021, se puede concluir con que es un buen número. «Estaríamos prácticamente un 11% por debajo de ese año, porque en el 2021 se llegaron a moler 16.177.000 toneladas, pero hay que ser cuidadosos, porque todavía puede haber algunas pérdidas por las lluvias, por supuesto que eso va a afectar mucho más la calidad industrial, pero son estimaciones que se hacen en función de este relevamiento, que tuvo en cuenta las dificultades propias de la irregularidad de las lluvias y de las distintas condiciones que se presentaron«, advirtió el director de la EEAOC.
Está visto que esta campaña empezó con incertidumbre, producto de la sequía que afectó a todo el país y también parte de la región. «Muchos días estuvo prácticamente detenido el crecimiento por las altas temperaturas, la falta de humedad complica. Hubo una marcada disminución en las precipitaciones, todo este combo afecta el desarrollo del cultivo de la caña de azúcar en general«, explicó.
Los meses de diciembre, enero y febrero, son claves para el crecimiento de la caña de azúcar, para que haya esa gran masa foliar que necesita el cultivo y para que crezcan los tallos de los cuales se extrae el azúcar. «Ante la sequía que tuvimos esto se vio afectado. Recordemos que además desde la pandemia venimos con precipitaciones por debajo del promedio. Y además esto trae como consecuencia las dificultades de poder hacer nuestras estimaciones habituales, ya que al llover poco, los terrenos se presentan de forma irregular y por lo tanto hay lotes que están mejores que otros«, agregó.
Las condiciones agroclimáticas ocurridas este año no fueron una sorpresa; por eso desde la EEAOC se están llevando líneas de investigación en diferentes sentidos. «Estamos haciendo algunos estudios eco fisiológicos, pero fundamentalmente nuestras líneas de investigación apuntan a obtener mejores variedades. Y en este sentido, una de las líneas en biotecnología apunta a la obtención de variedades transgénicas que tengan tolerancia a la sequía, así también como estudiamos el manejo de la maleza con su correspondiente control efectivo«, reconoció Ploper.
(Fuente: Suena a Campo)